Ayer estuve en un cumpleaños. El 51 cumpleaños de uno de mis primos al que acudieron más de cien, tal vez doscientas personas…, no las conté. ¿Acaso es famoso? ¿regalaba algo? ¿por qué fue tante gente? Mi primo no es famoso, tiene una pequeña lotería en un barrio de Madrid y se ha dedicado a trabajar, cuidar de su familia y algo al rugby. Somos una familia larga y además había montones de amigos. ¿qué tenia de especial este cumpleaños comparado con los 50 anteriores? Pues que hace unas semanas detectaron a mi primo un tumor maligno en la cabeza, muy agresivo e inoperable, con lo que los médicos le dan unos meses de vida. Jorge, ese es su nombre y así rezáis por él, y su mujer tuvieron la suerte de acercarse más a Dios por unos Cursillos de Cristiandad así que no piensa que se le acaba la vida, sino que se le acerca la Vida. Ahora llora cada vez que entra en una iglesia (y ahora va a Misa a diario), pero llora de alegría y la pena que más siente es no haber cambiado de vida antes y haber disfrutado de Dos y de la vida como estos últimos años.

“Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos”.

Puede parecer imposible el ofrecer la otra mejilla, el perdonar al que te ofende, no vengarte ni guardar rencor a los que nos han hecho un mal. Ciertamente sin fe parece imposible. Pero “¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?” Ponte en la situación de Jorge. Si supieras que puedes morir próximamente ¿Qué prefieres llevarte? Odio, venganza, enemistades, resquemores…, o prefieres llevarte paz, alegría, esperanza y, si es posible, un montón de amigos y familiares al cielo. Si lo piensas bien seguro que lo segundo. Pues te voy a dar una primicia: morir, te vas a morir. ¿Por qué esperar a mañana para cambiar de vida?

¿Es Jorge un santo? No, es un lotero, pero con la certeza de que es templo de Dios y que el Espíritu santo habita en él…, y Dios sí que es santo. Por eso, mientras tenga fuerzas, invita a sus amigos a que le lleven a Misa cada día y así se encuentren con el que es Santo. No esperemos más para hacer caso al Señor y ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto.

Hoy ponemos en manos de nuestra Madre María a Jorge, su mujer, sus hijos y a todos los enfermos del mundo y las víctimas de las catástrofes y las guerras.

Hoy interactivo, podéis escuchar una entrevista aJorge y a Rocio en este enlace (desde el minuto 33)