La historia de José es de las más bonitas de la Biblia. De hecho, posteriormente los rabinos han sacado muchas enseñanzas de esa historia. Hoy vemos dos aspectos muy importantes:

El primero, que Jacob ve a su hijo vivo de nuevo. La frase final que dice, que ya puede morir en paz, recuerda a Simeón cuando vio al Mesías. Pero el ver a su hijo vivo de nuevo hace pensar al Padre cuando ve a Cristo Resucitado: de hecho José, y Jesús, están estrechamente ligados. Imaginar ese momento, como si fuera una película, llena de emoción, máxime cuando se tienen en cuenta estos aspectos.

El segundo es que después, la descendencia de Jacob será esclava en Egipto. Y Dios eligirá a Moisés, y será creado como tal el pueblo de Israel, con la liberación como punto fundamental de su historia. Dios es capaz de sacar bien de los males. A veces hace falta tiempo, a veces incluso mucho tiempo. Pero esta historia nos lo enseña de forma clara.