Perdonad el retraso en colgar el comentario, ayer se alargó la noche con el grupo de chicos y chicas que estamos de convivencia. Y no, no se alargó por la juerga, el alboroto y la fiesta. Ayer por la noche teníamos una hora de vela ante el Santísimo y por petición de los chicos se alargó hasta dos horas y pico. Rezaron, cantaron y aprovecharon para confesarse. Así da gusto trasnochar y hoy les dejamos dormir un poco más.
«Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado»
Un hombre del pueblo pasaba sobre las 12 y pico de la noche y vio a un joven que había salido de la vela un momento. Le preguntó que si había Misa tan tarde, el chaval le contestó que no, que estaban rezando ante el Santísimo. “ Vais a terminar todos curas” fue la conclusión del lugareño. Cuando lo contó se rieron y empezaron a especular quién podría ser sacerdote entre todos ellos. Chicos y chicas que rezan y que les gusta rezar ese rato. A algunos -incluso dentro De la Iglesia-, les parece que hacen algo que no está permitido. Piensan que rezar no cambia el mundo ni las vidas y lo importante es respetar a cada uno como es, y si no conoce a Cristo mejor que no lo conozca.
Así parece que las cifras de jóvenes que se declaran cristianos desciende notablemente. Es claro ¿cómo van a creer si nadie les habla? ¿ Cómo van a creer si no les dejan encontrarse con Dios, con iglesias cerradas y propuestas que sólo son eco sostenibles?
Ante la falta de fe, ante la sequía de vocaciones no hay que buscar campañas de publicidad, sino personas enamoradas de Cristo que digan y hagan lo que el mundo no permite hoy y sean santos entre pecadores. Y Jesús que es Señor del sábado seguirá trabajando aunque los clérigos parezca que estamos de vacaciones.
Que María nos ayude a descubrir lo bien que se está junto a Dios.
*Doctrina Cristiana 277
En el Salmo se lee
¡Invocaré el Nombre del Señor!
¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo? Alzaré la copa de la salvación e invocaré el nombre del Señor.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza, e invocaré el Nombre del Señor.
Es una oración que podemos hacer a diario: preguntarnos con qué pagaremos al Señor todo el bien que nos ha hecho, nos hace y nos hará. Dios no quiere ni sacrificios de algo que podamos hacer ni ofrendas, todo le pertenece, sino que nos quiere a nosotros, como sacrificio de alabanza, que nosotros nos dispongamos a recibir el Espíritu Santo, para cumplir el Proyecto que tiene para nosotros, que nos transformemos en Cristo. Qué maravilloso es Dios que nos da todos los dones y sólo quiere que nos hagamos íntimos en su familia siendo hijos en el Hijo Jesús.
“Se os dijo, pero yo os digo.”
Más que el temor de equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos mientras afuera hay una multitud hambrienta. Y Jesús nos repite sin cansarse: “Dadles vosotros de comer.”
Dicen que el Derecho consiste en tres reglas o principios básicos: vivir honestamente, no dañar a los demás y dar a cada uno lo suyo. Es el arte de lo bueno y lo equitativo. Pero la clave de la interpretación que Jesús da de la Ley es el amor, pues es lo que hace posible la llegada del Reino de perdón, misericordia, acogida y salvación.
Reza cada día el Santo Rosario con la Virgen María. Pedimos por la Paz en el Mundo.