Perdonad el retraso en colgar el comentario, ayer se alargó la noche con el grupo de chicos y chicas que estamos de convivencia. Y no, no se alargó por la juerga, el alboroto y la fiesta. Ayer por la noche teníamos una hora de vela ante el Santísimo y por petición de los chicos se alargó hasta dos horas y pico. Rezaron, cantaron y aprovecharon para confesarse. Así da gusto trasnochar y hoy les dejamos dormir un poco más.

«Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado»

Un hombre del pueblo pasaba sobre las 12 y pico de la noche y vio a un joven que había salido de la vela un momento. Le preguntó que si había Misa tan tarde, el chaval le contestó que no, que estaban rezando ante el Santísimo. “ Vais a terminar todos curas” fue la conclusión del lugareño. Cuando lo contó se rieron y empezaron a especular quién podría ser sacerdote entre todos ellos. Chicos y chicas que rezan y que les gusta rezar ese rato. A algunos -incluso dentro De la Iglesia-, les parece que hacen algo que no está permitido. Piensan que rezar no cambia el mundo ni las vidas y lo importante es respetar a cada uno como es, y si no conoce a Cristo mejor que no lo conozca.

Así parece que las cifras de jóvenes que se declaran cristianos desciende notablemente. Es claro ¿cómo van a creer si nadie les habla? ¿ Cómo van a creer si no les dejan encontrarse con Dios, con iglesias cerradas y propuestas que sólo son eco sostenibles?

Ante la falta de fe, ante la sequía de vocaciones no hay que buscar campañas de publicidad, sino personas enamoradas de Cristo que digan y hagan lo que el mundo no permite hoy y sean santos entre pecadores. Y Jesús que es Señor del sábado seguirá trabajando aunque los clérigos parezca que estamos de vacaciones.

Que María nos ayude a descubrir lo bien que se está junto a Dios.