En esta fiesta de los arcángeles, es relevante este salmo. Dice la Tradición que los ángeles que se rebelaron, lo hicieron porque vieron que el plan de Dios era humillante para ellos. Que una criatura inferior, como el ser humano, fuera a ser elevado por encima de ellos, era inaceptable.

Y sin embargo, como rezamos hoy en el salmo, la promesa del Señor supera a su fama, es decir, es inconcebible y maravillosa. Hoy damos gracias a Dios por esos ángeles que fueron fieles y que nos ayudan a cumplir esa promesa, que es ni más ni menos que ser semejantes a Dios. Rafael, medicina de Dios. Que seguramente nos ayuda en nuestras heridas. Gabriel, mandado en las ocasiones más solemnes de la historia de la salvación. Miguel, que nos protege en nuestra lucha contra el demonio. Gracias porque ellos eligieron ser fieles al Señor y a su plan. Alabémosle por su eterna misericordia. E invoquemos la ayuda de estos santos ángeles en estos tiempos que nos ha tocado vivir.