Hace ya bastantes años que dejé de fumar, como unos 15, y desde entonces, aunque todavía me apetece, no he vuelo a tocar un cigarrillo. Algunas veces, en bodas y cosas así, me he dicho: «por uno no pasa nada». Pero no lo he probado por que siempre me acuerdo del evangelio de hoy: «…cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice: “Volveré a mi casa de donde salí”. Al volver se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio». Así que no me arriesgo que sé que como caiga no es uno, es toda la cajetilla, y volver al vicio y más enganchado que antes.
No se puede dialogar con la tentación. No se puede caminar por la cuerda floja. No se puede estar siempre buscando la delgada linea roja. Cada uno de nosotros se tiene que conocer bien. No se puede probar todo, no se puede jugar a todo, no se puede ser como todo el mundo. No todo vale. Cosas que a a otros no les afectan a mi me hacen daño. No está muy de moda la afirmación siguiente pero lo voy a poner: «la vida cristiana es combate», contra uno mismo para empezar y contra el enemigo siempre.
La imagen del evangelio sugiere que el enemigo es muy activo y que no se ceba en los que no tienen remedio sino que quiere recuperar terreno y hacer caer torres altas.
Buenos días, hoy el comentario me parece de lo más acertado, tenemos un corazón de piedra, el demonio nos gana terreno y desvía la atención a nuestros deseos, esperemos que sus con sus sutilezas no nos devuelva a la exclavitud.
Dios decea que recoja con el haciendo su voluntad estando alerta viendo por dónde quiere entrar el adversario,debo de orar y hacer penitencia y meditar en su palabra para no dormirme espiritualmente. Amen
“…no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal”.
Lo decimos todos los días varías veces, pero esto no es suficiente.
El Espíritu Santo nos da la inspiración necesaria (la Gracia) para que no caigamos en las tentaciones diarias y repetidas, pero tenemos que estar atentos a estas inspiraciones y mantener la voluntad de vencer las tentaciones. De lo contrario, los Padre Nuestro que recemos acaban cayendo en saco roto. Humildad y Oración
Al igual que dice Juan, yo, varias(bastantes) veces digo esa parte del Padrenuestro que nos enseñó Jesús. Quiero recordar que el Papa San Juan Pablo II recomendaba que lo hiciéramos con frecuencia.
Nuestra Madre, la Virgen María nos ayuda a vencer las tentaciones.
DIOS NOS AMA.
Un de mis hijos, fumador empedernido. Su pafre le decía » te estas haciendo polvo, los pulmones.» Pero no hacía caso. El día que murió
su padre no ha vuelto a fumar ni uno. El Señor, le ha echado una mano, siempre atento a
nuestros ruegos