Estamos vallando el recinto ajardinado d la parroquia. Hasta hora éramos una parroquia abierta al mundo, sin barreras, muy paseable y tranquila. Pero estar tan abiertos al mundo hacía que también los jabalíes se sintieran invitados a acudir a la parroquia cada noche y levantar el césped. Así que después de intentar varias soluciones hemos decidido poner una valla, con bastantes puertas, que esperemos no sepan abrir los cochinos. Algunos se quejan de la valla: “Quedaba más bonito todo abierto” pero te aseguro que no dejan la puerta de su jardín abierta por las noches y cuando ven el destrozo que hacen los cerdos deciden que no está tan mal. Todo sigue igual, simplemente hay que pasar ahora por alguna de las puertas.

«Vendrán días en que desearéis ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo veréis.

Entonces se os dirá: “Está aquí “o “Está allí”; no vayáis ni corráis detrás, pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día.

Pero primero es necesario que padezca mucho y sea reprobado por esta generación».

Os aseguro que no tengo n idea de cuándo va a llegar el Reino de Dios y mira que hay videos en YouTube que lo anuncian cada cuarto de hora. Lo que sí que estoy seguro es que hay que pasar por la puerta que es Cristo, que padeció y fue reprobado. Si te inquieta, confieso que a mí no demasiado, el día del juicio final no estés haciendo cábalas y predicciones. Empéñate en estar con Cristo en cada momento de tu vida. Acude cada día a la Santa Misa, ofrece tu día y tu trabajo, tus esperanzas, éxitos y fracasos ,  busca momentos para rezar el rosario y de la mano de María estar junto a la puerta, perdona al que te haga daño y pide perdón por el mal hecho, conoce la voz de Cristo en la oración… y así el día del Hijo del hombre será tu día, encontrarás la puerta abierta para entrar en el cielo.