Demasiadas veces tengo que escuchar que todas las religiones son iguales. Eso se dice desde la ignorancia y desde la moralidad, pensando que lo importante de las religiones es que seamos buenos. No es nada cierto, aunque portarse bien está bien, ciertamente. Leía al arzobispo Fulton Sheen que decía que Jesucristo es el único que es anunciado. Fundadores de creencias o de iglesias aparecen de pronto en la historia, nosotros tenemos todo un Antiguo Testamento que nos anuncia a Cristo. Dios, desde la caída de Adán y Eva, va preparando la salvación y anunciándola para poder recibirla. Juan Bautista es el último que anuncia. “Este es el que anunció el profeta Isaías”.
Y si Dios se prepara ¿qué estamos haciendo tú y yo? Es muy fácil que el Adviento se nos escape de las manos, que lleguemos a Navidad y estos hayan sido un tiempo muerto. Preparemos mil cosas – las fiestas de Navidad son complicadas-, y no preparemos la venida del Señor. Si supieras que dentro de 13 minutos va a ser la segunda venida de Cristo ¿estarías preparado o pedirías un aplazamiento?
Juan Bautista nos da el termómetro perfecto: “Dad el fruto que pide la conversión”. ¿Está dando fruto nuestra vida, o pasaremos más años madurando? Esta semana celebraremos la Inmaculada. María, con quince o dieciséis años, fue capaz de decir “ Hágase en mi según tu voluntad” No se si yo soy capaz de decirlo con bastantes años más. Cuidemos el Adviento, El llega.
Las religiones no son iguales, pero si son buenas, porque todas buscan al mismo Dios, que es Uno. Las religiones Judía y Musulmana, las dos grandes monoteístas, orientan indefectiblemente hacia Jesús, el Hijo del Hombre, el Unigénito Hijo de Dios. No voy a descubrir que la Palabra de Dios es compartida por el judaísmo y el cristianismo. Aunque la misma Palabra se completa con Amor en el caso de quienes seguimos a Jesús, frente a la Ley descarnada del Judaismo, pero el camino se culminará pronto cuando los frutos del Amor de Dios broten de todos los corazones de carne del Corazón de Cristo, desde la Iglesia.
Y, otro tanto afirmo que ocurrirá pronto, cuando el Sagrado Corán, sea respetado por los musulmanes, iluminados por la Luz del Evangelio. Ya que hasta 17 veces aparece en el libro revelado al Profeta Muhamad por el Ángel Gabriel, que el Profeta Jesús resucitó de la muerte.
¿Puede haber alguien mayor que el vencedor de la muerte? De hecho es tan categórico este mensaje que en todas las ediciones del Corán que hoy se hacen, se indica por sus intérpretes, que ese mensaje debe ser entendido como que a Jesús lo bajaron de la Cruz, antes de su muerte,y solo hubo una recuperación de la salud. Porque de lo contrario deja de tener sentido otra actitud que abrazar el mensaje de Jesús. Sólo el Amor de Dios hacia el ser humano nos salva. Y cada religión es parte del Plan de Dios. Como los ríos tienen afluentes, así las religiones confluirán, en poco tiempo, abrazando la Luz, que esa si es UNA, la de Dios.
Por otra parte la vocación no es una decisión adoptada una vez en la vida, sino una llamada constante en la vida para Amar a cada persona con la pasión de Dios. Es similar la primera vocación a la oposición que hace un aspirante a ser funcionario del Estado, estudia intensamente durante 14 horas todos los días, durante 4 ó 5 (o más) años. Y, cuando supera su oposiciíón y es nombrado funcionario, se cree que ya ha hecho cuanto tenía que hacer. Cuando sólo ha sido seleccionado para poder realizar su función de servir a la Nación, cada día de su vida. Así el consagrado debe vivir, cada día y a cada instante, su llamada para servir a Dios y a los pobres pecadores que sabemos que en Dios está la salvación, y nos arrepentimos, y necesitamos confesar, cada día nuestros pecados, pero si no es cada día, que sea una vez a la semana, pero no hay confesionarios disponibles con el presbítero hecho cuerpo de cristo, esperando la declaración de nuestro arrepentimiento. Y hay pocas misas fuera del horario laboral, porque desde las 8 de la mañana se trabaja hasta las 8 o 9 de la noche. Sería necesario generalizar las misas a las 6, como ha sido siempre en la España rural, que se podía participar de la Santa MIsa, antes de que amaneciera, para poder compaginar la oración y la comida del corazón de Jesús, con el trabajo de cada día.
También en la Iglesia debemos purificarnos, cada día y a cada hora,para ser santos como Dios es Santo.
Un gran abrazo como hermanos en la fe, en la esperanza y, sobre todo, en el Amor de Dios.
Ahora me entero que el “profeta Jesús” resucitó a Mahoma… Bonum ex integra causa; malum ex quocumque defectu.
El Profeta Jesús no dice que resucitará a Mahoma, sino que el Ángel Gabriel le comunico que Jesús había resucitado.