Como el hacha en el mar congelado

Como el hacha en el mar congelado

La lectura del Evangelio es una empresa arriesgada. Si las palabras del Señor no producen sacudida en la voluntad y los afectos, mala cosa, es que se las ha utilizado como entretenimiento espiritual. De por sí, toda lectura de un buen texto debería provocar la...
El otro milagro

El otro milagro

En torno a Él se daban cita hombres y mujeres heridos en su propia existencia, los que se experimentaban a medio hacer, los lisiados, cojos, ciegos, aquellos que veían el mundo como un panorama sombrío donde aguantarse los dolores. Porque el que sufre sin remedio, la...
La prudencia temeraria

La prudencia temeraria

Sí, porque se puede pecar de prudente. Los hay que por no meterse en líos ni un paso de mínima osadía se atreven a dar. Un amigo le comentó a su abuela que se iba a la India a pasar un verano con los más pobres. Ella le contestó , “hijo, pudiendo no ir, ¿por qué te...
¡No te prepares en Adviento!

¡No te prepares en Adviento!

No sé tú, pero a mí me empieza a cargar el ejercicio de la gran preparación al encuentro del Señor, lo digo porque los mejores encuentros son los que apenas se programan. Si piensas montar una fiesta por tu 40 cumpleaños crees que, para que todo salga bien, necesitas...
Mis caminos, vuestros caminos

Mis caminos, vuestros caminos

La primera lectura de hoy, la del Libro de Isaías, contiene una de las frases más consoladoras de la Escritura. Aunque nos hemos encargado de malinterpretarla como lectores cerriles, contiene todo el alimento que necesitamos para vivir. El Señor dice “mis caminos no...