Comentario Pastoral
LOS DIÁCONOS EN LA IGLESIA

Tiene enorme importancia teológica el que junto a la lista de los Doce apóstoles en el evangelio, se haya transmitido desde los mismos orígenes de la Iglesia, la lista de los Siete diáconos en el libro de los Hechos. Después de unos siglos de oscurecimiento, el diáconado como ministerio permanente en la Iglesia ha vuelto a brillar. El Vaticano II lo instauró en 1963, y son ahora en todo el mundo más de doce mil los diáconos permanentes, célibes y casados, insertados por la familia y la profesión en la problemática de la vida, los que ayudan a la misión apostólica de los Obispos y completan el ministerio sacerdotal de los presbíteros.

Para evangelizar en nuestros días hay que recorrer caminos muy humildes de presencia, escucha y compromiso. Los diáconos permanentes, sobre todo los casados, están llamados a responder a las cuestiones sobre la fe y a resucitar los gestos que colmarán las necesidades de los hombres. Los gestos de amor se concretarán en una ordenada beneficencia con los marginados. Los diáconos son testimonio de la caridad en el ministerio de la calle, diario, imprevisible al azar de los encuentros y de las circunstancias.

El doble arraigamiento en el mundo y en la Iglesia del diácono confiere a las celebraciones que puede presidir (bautismo, matrimonio, exequias) (in signo de complementariedad, y no de suplencia, del sacerdote. La evangelización, la liturgia y la caridad son pues las funciones específicas de quienes han recibido este carácter indeleble y una gracia particular. Sin escapismos ni utopías, la instauración del diaconado permanente es un signo de renovación eclesial.

Andrés Pardo


Para orar con la liturgia
Resplandezcan en su vida (de los diáconos) todas las virtudes: el amor sincero, la solicitud por los enfermos y los pobres, la autoridad moderada, la pureza sin tacha y vivir siempre según el Espíritu; que tus mandamientos, Señor, se vean reflejados en su vida, y que el ejemplo de su castidad suscite la imitación del pueblo santo; que sostenidos por el testimonio de su buena conciencia, perseveren firmes y constantes en Cristo de forma que, imitando en la tierra a tu Hijo, que no vino a ser servido, sino a servir, merezcan reinar con él en el cielo.



Plegaria de Ordenación


Palabra de Dios:

Hechos de los apóstoles 6, 1-7

Sal 32, 1-2. 4-5. 18-19

san Pedro 2, 4-9

san Juan 14, 1-12

Comprender la Palabra

¿Qué ha sucedido en el mundo a partir del Acontecimiento de, la Pascua? Y la respuesta es: la Iglesia, Comunidad de creyentes en Cristo; la Iglesia- Cuerpo de Cristo en constante crecimiento. Por dos veces insiste San Lucas en su Libro los Hechos de los Apóstol (1ª Lectura). «Crecía mucho el número de los discípulos».
Iglesia-Cuerpo e Iglesia-Templo de Cristo, cuya «Piedra «,fundamental «elegida, preciosa « es el mismo Cristo (2ª Lectura); Iglesia-Templo, en incesante construcción. «Como piedras vivas -nos dice el Apóstol San Pedro- entráis en la construcción del Templo del Espíritu» ‘para formar -en comunión con Cristo Sumo Sacerdote- un sacerdocio sagrado»: el Sacerdocio común a todos los bautizados, ‘para ofrecer sacrificios espirituales -la ofrenda de la propia vida, que Dios acepta por Jesucristo» -en comunión con la ofrenda-Sacrificio, que Jesucristo hizo de su propia vida una vez para siempre.
Iglesia-Cuerpo, Iglesia-Templo e Iglesia-Sacramento de Jesucristo, porque en ella transparece Jesucristo Resucitado, Glorioso, del mismo modo que Jesucristo es Sacramento del Padre. «Quien me ve a Mí ve al Padre» -dice el Señor. Así también es preciso decir: el que ve a la Iglesia ve a Jesucristo, que transparece en ella, aunque la transparencia de Cristo en la Iglesia esté empañada por el pecado de los miembros de la Iglesia,
La Iglesia es Sacramento de Jesucristo, mientras peregrina por este mundo, hasta que El vuelva y nos lleve consigo, «para que donde está El estemos también nosotros» (Lectura del Evangelio). Sublime definición, en su sencillez, del Misterio de nuestro pascua -paso- en Cristo.
El Señor Jesús transparece en la Iglesia como «el Camino, la Verdad y la Vida» para el mundo. Las palabras de Cristo, pronunciadas en la sobremesa de la última (,’con, adquieren plenitud de sentido a partir de su Resurrección gloriosa.



Avelino Cayón


el Sínodo Diocesano

Principales Objetivos de nuestro Sínodo Diocesano (II)


La santidad, como bien sabemos por experiencia, es la base y el resorte de la vida misión de la Iglesia en el mundo. Lo que no se edifica sobre Cristo, único fundamento puesto por Dios, carece de consistencia y pronto se viene abajo. Si nuestro hacer no procede del amor de Cristo, nuestra fecundidad será efímera y la división nos arruinará. Sólo la fe permite esperar contra toda esperanza. Los santos son hombres y mujeres que se entregaron sin condiciones a la palabra de aquel que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitado para nuestra salvación (Rom 4,24-25). Por ello produjeron frutos abundantes y perennes, por ello avanzaron con la libertad y creatividad del Espíritu a la hora de servir a la Iglesia y al mundo.


Antonio María Rouco Varela

Cardenal Arzobispo de Madrid
8 septiembre 2004

al ritmo de la semana


San Isidoro, obispo y doctor – 26 de abril

Una familia de cuatro hermanos santos: Leandro, Fulgencio, Isidoro y Florentina. Leandro, el mayor, fue obispo de Sevilla hacia el año 580, y educó a su hermano menor Isidoro, que nació en el 556. Isidoro, monje, abad, maestro, obispo y metropolitano de Sevilla, a la muerte de Leandro en el 601. Continuó con brillantez la organización de la Iglesia de España en el reino visigótico, emprendida por su hermano.

Isidoro, infatigable en la lectura y de una memoria prodigiosa, es un sabio y un organizador. Quiere transmitir a la posteridad toda clase de saberes antiguos. Predica contra los herejes ‘acéfalos», que niegan la doble naturaleza de Cristo. A lo largo de sus treinta y cinco años de episcopado, se consagró a la formación especialmente del clero y también a los seglares. Fundó un colegio para los jóvenes, en el que él mismo quiso enseñar.

En el célebre IV Concilio de Toledo, en el 633, hizo obligatorio el instituir estas escuelas, presagio de las universidades venideras en las ciudades episcopales. Busca libros de todas clases por todos los lugares: clásicos, patrísticos, jurídicos, filosóficos, científicos. Unifica, organiza y organiza todos aquellos conocimientos para transmitir ese bello legado de saber enciclopédico y universal.

Escribió obras de todos los géneros. Las más importantes son ‘Las Etimologías», a modo de inventario de todos los conocimientos humanos, «la Regla de los monjes», ‘Oficios eclesiásticos», «De la naturaleza de las cosas y el orden de las criaturas», «Los varones eclesiásticos», «Contra los judíos», «Cuestiones sobre el Antiguo y Nuevo Testamento», «Edición critica de la Biblia», ‘Sentencias», a modo de manual de teología.

Dice a los obispos: «Es preciso que el obispo sobresalga en el conocimiento de las Sagradas Escrituras, porque si sólo puede presentar una vida santa, para sí sólo aprovecha … Sobresalga tanto en la humildad como en la autoridad … Debe dar tales pruebas de hospitalidad que a todo el mundo abra sus puertas con caridad y benignidad…»

Murió en Sevilla en el 636, pero su cuerpo reposa en León desde el siglo XI.



J. L. O.

Para la Semana

Lunes 3:
San Marcos, discípulo de San Pedro, sobre cuya predicación escribi6 el segundo evangelio.

1 Pedro 5,5b-14. Os saluda Marcos, mi hijo.

Marcos 16,15-20. Proclamad el Evangelio a toda la creación.


Martes 3:
San Isidoro (560-656), arzobispo de Sevilla, hombre erudito de vastísimo saber, figura destacada de la liturgia mozárabe.

1 Corintios 2,1-10. Vuestra fe se apoya en el poder de Dios.

Marcos 16,15-20. Proclamad el evangelio a toda la creación.

Miércoles 3:

Hechos 15,1-6. Se decidió que subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia.

Juan 15,1-8. El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante

Jueves 3:
San Pedro Chanel (1803-1841), isionero en Oceania, donde murió mártir.
0 San Luis-María Grifión de Monfort (1673-1716), sacerdote, al servicio de los pobres y enfermos, predicador infatigable de la Virgen María


Hechos 15,7-2 1. A mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios.

Juan 15,9-11. Permaneced en mi amor, para que

Viernes 3:
Santa Catalina de Siena (1347-1380), virgen, doctora, defensora de la libertad y de la paz, patrona de Europa.

1 Juan 1,5-2,2. La sangre de Jesús nos limpia los pecados.

Mateo 11,25-30. Has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla.


Sábado 3:
. San Pío V, (1504-1572), dominico, elegido papa, impulsó la reforma de Trento en materia de fe y de liturgia.



Hechos 16,1-10. Ven a Macedonia y ayúdanos.

Juan 15,18-21. No sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo.