DIOS OYÓ LA VOZ DEL NIÑO.

Gn 21, 5.8-20 Sal 33, 7-13 Mateo 8, 28-34 Que hartura en España con el debate sobre el estado de la nación. Tendrá que ser así, cada año más de lo mismo. Parece que la obligación de todo político es insultar a su oponente. Será por mortificación, pero me gusta oírlo...