por Comentarista 8 | miércoles, 29 agosto 2007 | Comentario a las Lecturas
Jer 1, 17-19; Sal 70; Mc 6, 17-29 Hablo mucho; quizá demasiado. Cuando no hablo en voz alta, desde el altar, hablo en voz baja, al oído, en el confesonario; y, cuando llego a casa, escribo y lo publico. Lo hago porque creo que es Dios quien me lo pide, porque siento...