HAY QUE REZAR.

Ayer el Señor nos enseñaba la oración más sublime de la historia: El Padrenuestro. De vez en cuando me he encontrado con jóvenes novios que se habían olvidado el Padrenuestro y tenían que volvérselo a aprender antes de la boda. Todavía es muy frecuente que la gente te...