PRIMERA LECTURA
Lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 1-5

Queridos hermanos:
Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?Palabra de Dios.

Sal 36, 3-4. 5-6. 30-31 (R.: 30a)
R. La boca del justo expone la sabiduría.

Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad; sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R.
Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el amanecer, tu derecho como el mediodía. R.
La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho; porque lleva en el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan. R.

SEGUNDA LECTURA
Está escrito en el libro: «Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 4-10

Hermanos:

Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabrios quite los pecados.

Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: «Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.» » Primero dice: «No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la Ley. Después añade: «Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.»

Niega lo primero, para afirmar lo segundo.

Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra
Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 22-25a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.
Porque os aseguro que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre.
Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados!»

Palabra del Señor.