Estamos en pleno proceso de apuntar los niños a catequesis. En dos días ya se han apuntado 45 niños nuevos. Los niños estupendamente, lo difícil son las madres. Si este año tal vez lleguemos a 400 niños en catequesis, todas quieren el mismo día y a la misma hora. Que si el niño tiene inglés, fútbol, natación, psiquiatra, partida de bolos, fisioterapeuta, música clásica, danzas húngaras,… parece mentira la de actividades que son capaces de hacer los niños de 6 años. Y defienden a sus hijos a capa y espada. Señoras que no conozco de nada se creen que tienes un problema con ellas o que viniste a este mundo para amargar la existencia de su hijo. Otras, la mayoría, no ponen problemas. Ya tendré tiempo de que me conozcan en los próximos tres años (y espero no caerles mucho más gordo).
Hoy celebramos el cumpleaños de la Madre, así, con mayúsculas. La natividad de la Virgen María. Así que: ¡Muchas felicidades, Virgen Madre!. La diferencia entre algunas de las madres de catequesis y María no es el amor a su hijo, que es enorme. Pero la Virgen está dispuesta a hacer todo lo que Dios Padre le pida por su hijo, hasta desprenderse de Él y entregarlo como propiciación por nuestros pecados. Por otro lado a muchas madres el enseñarles la fe a su hijo se ha convertido en una extraescolar más, y como es gratuita ni se valora. Se pone en el huequecillo en que no moleste demasiado, y desde luego que no pida más compromiso que traerle y llevarle a catequesis, siempre que no coincida con un cumpleaños, salida al campo, visita a la granja escuela ni el foniatra.
«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa «Díos-con-nosotros».» La grandeza de la Virgen no está en sus “habilidades sociales”, ni tan siquiera en haber sido una madre super protectora. la grandeza de la Virgen está en hacer que Dios, el más grande, se haga pequeño en sus brazos. Que no se lo guarde para sí, sino que nos lo entrega. Que realiza -junto con San José-, el servicio que Dios le pide, y lo hace sin tacañerías, sin resquemores, ni de mala gana. Lo hace sin quejas, guardando lo que no entendía en su corazón. La grandeza de María se demuestra al pie de la cruz, donde nos acoge a todos, sin excepción, como hijos suyos. Uniendo a los apóstoles en la plegaria y en la esperanza. Por eso no es sólo la fiesta de la Virgen, es la fiesta de todos, que lo celebramos con ella.
Hoy no es un día para discutir con Dios sobre el día de catequesis que nos toca. es un día para celebrar el nacimiento de María. Se alegra Dios Padre, la besa Dios Hijo, la abraza Dios Espíritu Santo. La multitud de santos y santas se agarran fuerte de su mano y nos animan a aferrarnos también a ella, camino seguro al cielo.
¡Felicidades Madre! Guárdanos, protégenos, auxílianos y muéstranos a tu Hijo para que nunca le dejemos.