Hoy, solemnidad de san José, patrón de la Iglesia, celebra el Papa Francisco la misa de inicio de su pontificado. Sin duda se trata de una fecha muy especial de significado. San José fue puesto al frente de la Sagrada Familia, y el Papa tiene una función muy importante en la Iglesia, para guiarla y confortarla en la caridad. Estos días he rezado la novena a san José por la persona del Papa. La inicié antes de saber quien iba a ser elegido y la ha seguido pidiendo ya por el Papa Francisco. Que la misa de inicio de su pontificado coincida con la solemnidad de san José es para mía un motivo de especial alegría, por cuanto en este santo se nos muestra la prontitud en la obediencia a la voluntad de Dios el acierto en las decisiones que toma, así como su profunda vida espiritual, su humildad y la fidelidad con que desempeñó la misión que le había sido encomendada.

Faber, dijo de san José que en cierto modo, la personificación del desinterés. “Toda su vida había de estar dedicada a los otros, y no a sí mismo; tal era su vocación. Era un instrumento dotado de un alma viviente, un accesorio, y no un principal. Un superior que no lo era sino para ser más servidor. Pero su desinterés no tomó nunca la forma del olvido de sí mismo. Así su gracia particular era la posesión de sí mismo. La calma en medio de la inquietud, una atención apacible en medio de misterios tiernos e interesantes, un corazón tranquilo, unido a una sensibilidad exquisita. La conciencia de sí mismo, conservada con el único objeto de una inmolación voluntaria y continua, la prontitud de la docilidad, unida a la lentitud de la edad y a la gravedad natural del carácter. Una dulzura no interrumpida por una serie de cuidados abrumadores, de cambios bruscos y de situaciones inesperadas…”.

San José vivió momentos muy difíciles, y su ejemplo es un modelo para todos los cristianos en cualquier momento, también ante los peligros. Por eso es para todos nosotros un guía seguro y un intercesor poderoso. También para el Papa, que ha de conducir la Iglesia en estos momentos. Yo le pido al Señor que le de esa serenidad profunda, que nace de la vida espiritual, para que pueda acertar en todas sus decisiones. Y también le pido para que todos los fieles seamos dóciles a sus enseñanzas, y en nuestra lealtad no dejemos de pedir por él, para que el Señor lo libre de todos los peligros y le inspire cómo debe actuar.

Por otra parte san José nos muestra como actuar ante el misterio de Dios. Cuando él ve que María está esperando un hijo no se precipita. Actúa arrastrado por el Espíritu Santo y así decide apartarse. Después es introducido en ese misterio que le supera y, al ser llamado por Dios, acoge a la Virgen en su casa. Tenemos la tendencia a destruir con nuestros razonamientos lo que Dios hace en la historia,… pretendemos saberlo todo y muchas veces nos anticipamos. San José nos enseña a tratar las cosas de Dios dejando que sea Dios quien conduzca totalmente nuestra vida y haciendo que él la vaya transformando para que cada vez le seamos más fieles.

Que san José proteja al nuevo Santo Padre, y también nos ayude a todos nosotros para corresponder con fidelidad a la llamada de Dios.