¿Pueden ser todos discípulos de Dios? Esta antigua profecía encuentra en Cristo un nuevo significado: todas las personas de cualquier época y cultura, e incluso religión,  puede encontrar en Jesús el maestro que necesita. Es impresionante ver que Cristo ha llegado a predicarse en todos los rincones de la tierra y no hay cultura humana que no haya podido aceptar la Verdad del Amor que Jesucristo ha mostrado con toda su vida.

«Todos pueden ser discípulos de Cristo» porque todos están hechos para Dios. Todos llevamos el deseo de Dios, de su Verdad, su Amor,… Recuerdo el testimonio de un Budista, responsable espiritual de miles de monjes en el Tibet, que en un simposio cristiano-budista, cogiendo un crucifijo en su mano, declaró ante la asamblea general: ¿saben ustedes qué es esto? Dirigiendose hacia el crucifijo que tenía en su mano- Respondió diciendo: «esto es el super-amor. Y he encontrado  que es la medicina más adecuada para las enfermedades de mi religión».

Es impresionante ver el Amor de Cristo mostrado en su vida terrena. Eso es lo que explicó Felipe al Etiope, al hacerle la interpretacion de la cruz de Jesús a propósito de la profecía del Siervo de Yahveh de Isaias. Es el amor de Cristo lo primero que ha de anunciarrse, como lo hizo Felipe, antes que cualquier principio moral o interpretación religiosa. Mostrar que ha existido y existe el Amor auténtico es de una urgencia capital.