“En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección”.

“¿Qué más dará un Dios que otro?” … Es triste que aun hoy muchos que se dicen católicos nieguen la resurrección. parece simplemente una opción: resurrección, reencarnación, diluirse en el todo …, ¿Qué más da? Pues no da igual. Jesucristo viene a mostrarnos, con su vida y palabra, la plenitud de la revelación.

Si Dios es un Dios personal, que nos llama por amor a cada uno, entonces nos guarda a cada uno … y su amor es eterno, que es lo que nos hará a nosotros eternos. Si Dios nos pusiera pruebas y nos fuéramos reencarnando en distintas personas, animales o cosas, entonces la redención no ha servido para nada…. “¡Es un absurdo!”, como dirá san Pablo.

La resurrección es el triunfo de Cristo Lo que nos ayuda a comprender que, a pesar de los enemigos, que parecen triunfar de nuestros aparentes fracasos, Dios ha vencido … ¡al pecado y a la muerte!

Se habla en el mundo de “muerte digna” …. La muerte nunca es digna, pues el enemigo ha sido vencido por Cristo. Sin Dios toda muerte es horrible y aterradora.

Que Santa María pida por nosotros “ahora y en la hora de nuestra muerte” … ¡Amén!