Martes 5-5-2020, IV de Pascua (Jn 10,22-30)
“Vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías”. Una vez más, parece que los judíos no se enteran de nada. Están sencillamente en “otra onda”. A ellos sólo les importa lo suyo: “¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente”. Los judíos estaban ya preparados para expulsar a los romanos. Querían recuperar la grandeza de su nación. Esperaban la pronta venida del Libertador que los guiaría hacia el éxito y la victoria. Todos esperaban su parte en el nuevo Reino que se instauraría entonces. Por eso, no entienden que Jesús no comparta esos grandes objetivos suyos –planes todos tan mundanos– y se dedique a hablar de ovejas y pastores… ¿Será que no tiene cosas más importantes en las que pensar que en rediles y callados? Pero nosotros no queremos que nos pase como a los judíos. No acudamos a Jesús con nuestras ideas y proyectos, para intentar convencerle… sino vayamos a su lado para dejar que Él nos enseñe… y hable de lo que quiera. Porque lo suyo es enseñar, y lo nuestro aprender.
“Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco”. Nosotros queremos ser ovejas de tal Pastor. No tengas miedo de decirle en silencio: “Yo quiero ser tu oveja, Jesús”. Díselo despacio, saboreando cada una de esas palabras que salen de tu corazón. El Señor hoy nos presenta cómo son las ovejas de su rebaño. En primer lugar, las ovejas escuchan la voz del pastor. Ellas no escuchan la voz de los extraños –ladrones y bandidos–, sino que sólo reconocen la palabra de su amo. Porque cada oveja conoce perfectamente el tono de voz de su pastor. Y, por eso, si queremos ser de verdad miembros del rebaño de Cristo, tenemos que preguntarnos: ¿yo a quién escucho?, ¿a qué presto oídos? Porque tantas veces sólo tenemos oídos para los medios de comunicación, las opiniones de los demás, los dictados de la moda o lo políticamente correcto, la publicidad, el dinero, el tener, el placer… Pero entonces no somos ovejas de Cristo. Sólo si cada día escuchamos su Palabra, si dejamos que su voz vaya penetrando en nuestro corazón, si hacemos caso sólo a lo que Él nos dice, seremos de verdad de sus ovejas.
“Mis ovejas me siguen, y yo les doy la vida eterna”. La segunda característica de las ovejas es que, después de oír la voz de su pastor, se fían de él y le siguen adonde vaya. En el campo, podemos distinguir a un rebaño de otro porque cada uno sigue a su pastor sin confundirse nunca. De nuevo, es bueno que tú y yo pensemos con sinceridad: en mi día a día, ¿a quién sigo?, ¿detrás de quién voy? Todos tenemos ídolos a los que queremos imitar y seguir… o sencillamente y pensamos que nosotros –que no necesitamos de nadie– nos labramos nuestro propio camino. En cualquier caso, no somos de las ovejas que siguen a Jesús. No somos de su rebaño. Jesús, queremos oír tu voz. Queremos escucharte sólo a ti. Queremos fiarnos de ti y seguirte sólo a ti. Porque sabemos que tú nos das la vida eterna.
Así sea. Gracias Padre
Los judíos si se enteraban. Judíos eran Jesús, los apóstoles, discípulos y los miles de convertidos en Pentecostés. La referencia a judíos era para diferenciarlos de los que no eran (romanos, gentiles, etc.) Los que no querían aceptar a Jesús eran los de la jerarquía religiosa y los que por obligación debían seguir sus indicaciones.
Aspirar…pedir …Un solo rebaño y un solo Pastor. Jesus el buen pastor una Iglesia universal y unida su rebaño.
Jesús pide que nos convirtamos en nuestra manera de pensar y actuar. Hoy también, cada uno de nosotros tiene sus gustos y preferencias. A veces, leemos el evangelio para ver si allí encontramos la confirmación de nuestros deseos. Esta unión entre el creador y la criatura a través de Jesús, supera la amenaza de muerte: “¡No perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos!” Están a salvo y, por ello, en paz y en plena libertad.
Siempre quiero aprender, de personas tan bien preparadas. Pero intento quedarme con lo que me llega más al corazón. LA PALABRA.
.Rezo por la unión de las Igesias. Que lleguemos a estar todos en un solo Rebaño, con nuestro Pastor
Amen
¡Yo quiero ser tu oveja Jesús! Ovejita, que inspire tu ternura, que sea tratada con amorosa comprensión, que cojas en brazos y acaricies y que en tu rebaño se sienta como en casa.
Es solo tener CONCIENCIA Y DOCILIDAD, al buen» PASTOR»y seguirlo. Paz y bien
Buenas noches SEÑOR.