(En tiempos de melones cortos los sermones, esta semana seré más breve)

Mañana comienzo una parte del Camino de Santiago con algunos jóvenes de la parroquia… espero llegar que eso es mucho andar. Tenemos claro el origen y el destino, las etapas las iremos improvisando buscando dónde dormir y cómo comer. Lo más importante va a ser caminar en silencio, acompañados sobre todo por Dios y poner nuestra vida en sus manos mientras caminamos.

«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre el agua»

Como Elias en el Horeb tenemos que saber descubrir la presencia de Dios, y una vez descubierta no temer: Si es Dios y le pedimos estar con Él, aunque parezca que nos podemos hundir, andaremos sobre las aguas. No importa el ambiente si las aguas están agitadas o tranquilas, no importan los medios si la barca es más o menos grande…, si está Cristo y confías podrás llegar hasta Él, caminar con Él y sentarte con Él a su mesa.

Madre mía, ayúdame a descubrir a Cristo en medio de tantas tormentas.