A ver, cuando el Señor nos dice que estemos en vela no es para erizarnos el pelo. Es que somos muy desconfiados, y hasta lo más grande que nos puede pasar, que el Señor se presente ante nosotros definitivamente, lo vemos como una amenaza. Tú fíjate la diferencia que hay entre el vigía militar que vela en su torreta de control la llegada del enemigo (por eso evitará no dormirse, para que el enemigo no entre en el campamento), y la visión de un cristiano enamorado como san Juan de la Cruz, “descubre tu presencia y máteme tu vista y hermosura, mira que la dolencia de amor que no se cura, sino por la presencia y la figura”. Juan es un vigía diferente, ansía la llegada de ese visitante nocturno que se ha pasado en este tiempo de los hombres dejándose ver a medias.
Hay otra mística carmelita del XVI, descubierta muy recientemente, Ana de la Trinidad, que tiene el valor o la confianza de reprocharle a su Señor que se haya quedado en la tierra de forma tan poco visible, “venir tan disfrazado es mal severo, cuando en el Sacramento se me ofrece, aunque la fe asegura es sin mudanza el mismo por quien vivo y por quien muero”. Es el reproche amoroso de quien no se contenta con las sombras, al que no le basta una carta del enamorado, ni un recuerdo, ni meras palabras, y que estará vigilante hasta que se lo encuentre de veras.
¿No le pasó lo mismo a la Magdalena?, quizá fue la primera cristiana que se mantuvo en espera. Lo primero que hizo cuando vio al Maestro fue arrojarse a Él, ¿no es más fuerte siempre el deseo que las componendas o los respetos? Así quiere el Señor que ardamos durante nuestro estado de vigilia.
Un consejo para permanecer en vela es intentar no andarse inclinando a hacer las cosas más fáciles o cómodas, porque si cogemos este hábito llegaremos a sentirnos mal, Dios se nos hará cuesta arriba, la presencia de los demás serán siempre interrupciones, y así ocurrirá con todo. Esto se debe a que, como dice el escritor Marc Foley, cuando nuestra voluntad se inclina hacia lo más fácil, experimentamos la vida como una imposición o una intromisión. Cada tarea se convierte en opresiva, y cada trabajo es un peso atroz que nos roba tiempo y energía. Pero si vamos buscando sinceramente el bien del otro, la voluntad amorosa de Dios, experimentamos en nosotros un caudal inesperado de agua, un ensanchamiento, una alegría callada…
No hace falta hacer vigilias de veinticuatro horas y mal dormir para esperar a Nuestro Señor, que enfermar no es el mejor de los caminos. Vigilamos en nuestra conversación y vigilamos en nuestros actos, que son los lugares del cruce de Dios con el hombre
Gracias Comentarista 4. La vigilia en compañía de Cristo nos da Paz y felicidad. Se está tan bien con ÉL
Siempre me quedaré con lo q Jesús le dijo a Marta??? Paloma has escogido la mejor parte.
Hoy recordando a Santa Monica, el evangelio no pone ante la llamada a “estar en vela” es para mí hoy una invitación a soltar, a relativizar, a centrarme en lo esencial, a no perder tiempo ni gastarme en luchas inútiles, a cuidar a la gente, a sonreír y decir palabras amables a los otros más que a vivir enfadado; sobre todo a no perder el tiempo en provocar a mi alrededor más dolor del que ya existe, no añadir sufrimiento sino poner, en la medida del don recibido, algo de la bondad que hemos recibido de parte de Dios.
“…no sabéis qué día vendrá vuestro Señor”
“Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel!”.
“ …El os mantendrá firmes hasta el final”
“Señor, concédenos llorar nuestros pecados y alcanzar la gracia de tu perdón, para amar lo que prescribes y esperar lo que prometes“.
Últimos dias de vacaciones y sospecha de infección covid de mi marido. Hoy festividad de Santa Mónica recuerdo que lo mas importante en la familia es la salud del alma, y «en aislamiento» permanecer todos unidos;los 7 que convivimos en la misma casa…de entre 91 y 21 años, cuidándonos lis unos a los otros.
Últimos dias de vacaciones y sospecha de infección covid de mi marido. Hoy festividad de Santa Mónica recuerdo que lo mas importante en la familia es la salud del alma, y «en aislamiento» permanecer todos unidos;los 7 que convivimos en la misma casa…de entre 91 y 21 años, cuidándonos los unos a los otros.
Gracias a Comentarista 4 por su consejo para permanecer en vela y a Rafael E. por su «recordando a Santa Mónica … «.
Me ayudan a mejorar.
Velar, no estar en constante tensión, sin sosiego esperando que llegue o pueda llegar el enemigo, es estar simplemente atento a lo que nos rodea y con la gracia que Dios siempre nos concede, darse de cuenta del peligro que nos acecha siempre «mirad que Satanás esta siempre con un león acechando»(creo que es de una carta de San Pedro) y rezar con fe y rezar para tener fe y por supuesto poner toda nuestra inteligencia en distinguir el enemigo ,que a veces somos nosotros mismos. como me gustaría tener la fe de aquellos santos que levitaban después de recibir al Señor (Santa Tersa ,Santo Domingo Sabio etc..)
Ya de vuelta a la normalidad , la soledad sin familia, pero Te tengo a Ti, Señor, que llenas toda mi vida. Dispón de ella. Nuestros paseos por el campo al anochecer no los tendremos aquí,Señor, pero oiré Tus Susurros y yo seguiré aferrada a Ti. Te Amo con todo mi corazon
No quisiera perder la dirección espiritual, que me ha hecho tanto bien, de un amigo, con Cristo
¡Qh! gracias padre
repito oh gracias padre.
Lo de Misasa ñoñas y sapulcreos blanqueados resulta muy fuerte. El acompañar a Jesús en el Sagrario y a la Eucaristia, lo hacemos por Amor al Señor y darle gracias por habernos dejado ese Maravilloso Milagro de quedarse en Cuerpo y Sangre con nosotros