JUEVES 6 DE MAYO 2021

La principal consigna de Jesús

En el Evangelio de hoy Jesús nos dejó su principal consigna: “Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor”.

El amor cristiano es sólo pleno cuando, como dice san Pablo, “se consuma en la unidad”. Jesús nos propone de hecho en el Evangelio tres grados en el amor:

  • amar al prójimo como a nosotros mismos (medida bien alta): “Ama al próximo como a ti mismo”.
  • amar a los demás como él nos ha amado (dispuestos a dar la vida): “Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros”.
  • y amarnos recíprocamente, para lo que es necesario la conjugación de más de una voluntad. Es el verdadero amor de las familias, de las comunidades cristianas: “En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros”.
  • Es el deseo máximo de Jesús en su oración sacerdotal en el Huerto de los Olivos: “Que todos sean uno como tu y yo somos uno”. Y es el amor que por si mismo trae la presencia de Cristo, porque “donde dos o tres estén unidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Por eso decimos que donde hay amor, ahí esta Dios.

Un día en la Catedral de la Almudena un marroquí musulmán le decía al obispo, en una misa con los voluntarios de Cáritas en Madrid: “Gracias a Cáritas en tres años he recibido formación, he encontrado un trabajo, y he conseguido compartir una vivienda digna. Pero hay algo mucho más importante, que me lleva a dar gracias a la Iglesia: habéis rezado por mi, y os habéis convertido en mi familia, en mi hogar”. El amor cristiano no es una utopía, ni una ingenuidad. Es el único camino verdadero para la paz y la justicia.