JUEVES VI SEMANA DE PASCUA. NTRA. SRA. DE FÁTIMA
San Juan 16,16-20
Podemos pensar que, al encontrar dificultades, como la oposición de algunos judíos de las que habla el Evangelio, Pablo sufriría en Corinto al evangelizar. Incluso es posible que experimentara cierto desánimo. Además, el hecho de que Jesús se le manifieste y le diga: “No tengas miedo, sigue hablando y no calles, que yo estoy contigo”, nos lleva a pensar que el apóstol debió pasarlo muy mal. Antes de que le llegara el consuelo espiritual, y aún después, encontraría también el apoyo de Aquila, de Priscila, de Silas, de Timoteo y de otros cristianos.
Por otro lado, en el Evangelio Jesús nos habla de tristeza y de alegría. Están tristes los apóstoles porque el Señor se va. Su partida va acompañada de una cierta alegría del mundo, que se gloría en sus pecados contento por tener lejos a Dios. Pero cuando los apóstoles reciban el Espíritu Santo sentirán una alegría incomparable que no podrán encontrar en ningún bien de este mundo.
Lo que Jesús señala respecto de su partida lo podemos aplicar a muchos momentos de nuestra vida. No son pocas las ocasiones en que el mundo, aparentemente, ha triunfado sobre los cristianos y se ha alegrado por ello. Sin embargo, nosotros tenemos la certeza de que Jesús ha vencido y nuestra alegría está más allá de las contrariedades de un momento, por grandes que sean.
La Virgen de Fátima nos ayuda a recordar las palabras del Señor para que el abatimiento nunca pueda con nosotros, tal y como enseñó a los pastorcitos en Cova da Iria … Que el Señor nos conceda la alegría del Espíritu Santo.
Queridos hermanos:
Hablando de paciencia y de pasar, también Santa Teresa nos dice: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta”. Es verdad que en la vida todo llega, todo pasa y todo cambia, pero tenemos que tener muy abierta la visión sobrenatural para descubrir que lo definitivo no es el presente, por bueno que sea, y que la última palabra no la tiene la muerte, por trágica que sea, sino la vida.
Por eso Jesús nos revela: “Ahora estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría”. Este versículo es la declaración de amor de Dios para con nosotros, la promesa de que la vida vence a la muerte y de que, aunque tengamos que vivir situaciones de dificultad, estamos llamados a la esperanza del amor, la alegría y la vida.
Rezamos este mes de mayo el Santo Rosario cada día, es el mes de la Virgen María, de Fátima. Hoy es su día, 13 de mayo. Le regalamos diez rosas. Es el mes de las flores a María. Le Pidamos por la Paz en el Mundo. Por los niños que nacen cada día.
Vuestro hermano en la fe: José Manuel.
A: Lala.
Todos los días son importantes en el santoral católico, pero hay fechas especialmente significativas que conservan una fecha inolvidable en el calendario.
Es el caso de la Bienaventurada Virgen María de Fátima, una festividad que se celebra cada 13 de mayo.
Aunque es un motivo de celebración en muchos países del mundo, adquiere mayor protagonismo en Portugal.
Rezamos este mes de mayo el Santo Rosario cada día, es el mes de la Virgen María, de Fátima. Mes de las flores a María. Pidamos por la Paz en el Mundo.
Vuestro hermano en la fe: José Manuel.
Buenos dias Señor. Gracias por dejarme ver amanecer otro día
. Espiritu Santo guiarme
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Hoy quiero encomendarme en la oración matutina al Beato Rosario Livantino, beatificado el domingo 9 de mayo.
Juez asesinado en 1990 a los 38 años por la mafia, su testimonio de catolicidad anima a luchar por el advenimiento de la paz en el mundo, y por el triunfo de la justicia en nuestros corazones.
Tenemos hartazgo de violencia, de injusticia, y corrupción, falsedad y fealdad. Un hartazgo que está presente en lo personal y social, en el alma solitaria y en las instituciones, en nuestra conciencia individual y colectiva. La podredumbre nos perturba y pervierte.
En el decenario al Espíritu Santo que comienza pido, imploro, y suplico, que Él derrame sus 7 dones generosamente para que una conversión profunda sea posible, para nosotros creyentes, y para los incrédulos o ignorantes o ignorados… y un tiempo nuevo nos abra a la esperanza de la reconciliación y la fé verdadera.
Que la Virgen en su fiesta nos convoque a celebrar las gracias concedidas de su Hijo para la humanidad entera.
Desde nuestra situación, desde que Cristo salió a nuestro encuentro y nos pidió que le siguiéramos, nunca ha dejado de acompañarnos. Gozamos de su presencia las 24 horas del día. “No os dejaré huérfanos… estaré siempre con vosotros hasta la consumación de los siglos”.
“…vuestra tristeza se convertirá en alegría…”
“…se alegrará vuestro corazón…”
“…la madre de Jesús estaba allí…”
“…llevó al Hijo del eterno Padre…”
“…hiciste a la Madre de tu Hijo Madre nuestra…”
“…derramó sobre el mundo la luz eterna…”
El don de la conversión, el espíritu de penitencia y la paz para el mundo entero
Virgencita de Fátima, intercede por nosotros
Amén.. amén..️