Jesús pregunta tres veces a Pedro si le ama. Hay un paralelismo muy claro con las negaciones. Si tres veces negó también tres veces se le pregunta si ama. Jesús sale así al encuentro de su apóstol. Su pecado ha quedado cubierto por la misericordia divina, y el Señor quiere que Pedro se reafirme en su amor.
Un autor francés señalaba que la palabra amor, por muchas veces que la repitamos, siempre tiene matices distintos. Decirle al Señor que lo amamos, aunque lo hagamos constantemente, si lo hacemos desde el corazón, siempre es algo nuevo. En la reiterada pregunta de Jesús encontramos una invitación a renovar continuamente nuestro amor hacia Él. No basta con decirlo un día, sino que es preciso recordar continuamente que amamos al Señor.
Muchas veces no sabemos qué decir en la oración. Nos ponemos ante el Señor y nos quedamos en blanco. No encontramos las palabras ni sabemos exactamente que tema tratar. Siempre podemos renovar nuestro amor hacia el Señor. Al hacerlo no sólo expresamos lo que nuestro corazón siente, sino que, también renovamos en nosotros el amor. Decirle a Jesucristo que le amamos significa también tomar conciencia, una vez más, de que ese es el sentido de nuestra vida. Todo consiste en amar al Señor. Si lo hacemos nuestra vida alcanza su sentido. Por el contrario, si nos falta el amor a Él, aunque hagamos muchas otras cosas buenas, nuestra vida está incompleta.
Jesús le pregunta a Pedro si le ama para que Pedro se reafirme en su amor. Al mismo tiempo, el Señor renueva la llamada que le había hecho algunos años atrás y de nuevo le dice “Sígueme”. Amar a Jesucristo significa acompañarlo cada vez más lejos, y seguirlo siempre de una manera nueva.
Ese seguimiento puede significar dejarnos acompañar por él en el camino de nuestra vida. Cuando amamos a Jesucristo, caminamos con Él. De hecho, dejamos que sea Él quien tome la delantera. Nuestra vida se convierte en un seguimiento que puede llevar, como en el caso de Pedro, a ese final martirial que le es profetizado. Pero lo importante es que permanecemos junto a la persona amada: Jesucristo.
Seguir puede significar también que a cada renovación de nuestro amor Jesús responde invitándonos a una relación más profunda, a abismarnos en su misterio de Amor. Conforme amamos a Jesús lo conocemos más y experimentamos con mayor plenitud su grandeza y misericordia. Por eso, a quienes le aman, Jesús les invita a ir más lejos.
No dejemos de responder a la pregunta del Señor. Amándole obtenemos el perdón de nuestros pecados, el consuelo del alma y el significado de la vida. Como decía san Juan de la Cruz: “Que ya no tengo oficio, que ya sólo en amar es mi ejercicio”.
Señor,que no deje jamás de Amarte!!!!
L he dejado nada para mañaner descanso era lleno de paz renovada. Gracias Padre
“Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas”
¡Qué joya de Evangelio y qué alivio para todos los que pisamos polvo! El Evangelio relata el momento después de la resurrección, en el que Jesús se encuentra con Pedro de sobrenombre, el traidor, pero para sorpresa de él, Jesús no le reclama nada que era lo que Pedro temía. Jesús se acerca él y le pregunta a corazón abierto: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?”. Se lo pregunta por tres veces, por cada vez que le había negado.
Cuando Pedro conoció a Jesús fue en el contexto de una pesca abundante y milagrosa; y el momento que relata hoy el Evangelio también está junto a otra pesca abundante. Entremedio, las negaciones de Pedro, la caída, la infidelidad, la traición; de hecho, Pedro después de negar a Cristo vuelve a su vida pasada: a la pesca de peces, a las redes, al barco. Tiene la sensación de que ya no es posible que Jesús le siga amando y confiándole su Iglesia, ¿no has tenido la misma sensación y experiencia?
El Señor nos ha mostrado la abundancia de sus planes sobre nosotros. Sin embargo, en algún momento, no hemos sido fieles; hemos tropezado; hemos negado el amor, la fidelidad con la persona a la que le prometimos amor eterno; nos hemos endurecido ante los demás; hemos negado a Dios para salvar nuestra imagen, nuestra posición, nuestro trabajo; nos hemos negado el amor a nosotros mismos y nos hemos hundido en el consumo, en la adicción, para solapar, compensar, para engañarnos a nosotros mismos. Pero Jesús vuelve a buscarnos con las mismas brasas de las negaciones, pero esta vez con el fuego purificador, que no destruye sino que limpia y sana.
Rezamos este mes de mayo, el Santo Rosario de cada día. Es el mes de las flores a María. Le Pedimos por la Paz en el Mundo. Por los niños que nacen cada día. Por los enfermos, y discapacitados, por las madres que son tentadas al aborto.
Vuestro hermano en la fe: José Manuel.
Jesús conoce a fondo el corazón humano y sus necesidades más profundas, pues es él el creador de nuestro corazón. Sabe muy bien que el impulso, la necesidad más espontánea y más fuerte del corazón humano es el amor. Lo que desea es amar y ser amado, para eso ha sido diseñado. Por eso, Jesús se pasó toda su vida predicando que lo primero y principal es el amor, amar Dios, al prójimo y a uno mismo.
“…tú sabes que te quiero…”
“…Sígueme…”
“…vivir con mayor plenitud …”
“…las riquezas de nuestra fe…”
“…el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen…”
“…purifique nuestras almas…”
“…hasta la verdad plena…”
“…vivamos con la ardiente esperanza…”
Madre de la Esperanza, intercede por nosotros
Amar lo que Él ama, a los que Él ama, como Él los ama, y caminar a su lado para ir adonde Él me lleve siendo todos Uno en Él, con Él . Es un bonito pensamiento, un impulso en el alma y un deseo del corazón que quiere experimentar el Amor de Dios Uno y Trino, y la Comunión de la Sagrada Familia, y el abrazo de la Madre cada día…
Lo imagino y sería maravilloso El Señor y María su Madre y la nuestra : detrás una fila interminable siguiendoles en su Camino
Al leer el Evangelio de hoy que el Señor dice » A quien retengais los pecados, le serán retenidos.
Es posible condenar y negarle el perdón a una persona, por cualquier mal entendido?. Se perdonan los pecados más terribles, por el arrepentimiento de haber ofendido a Dios. El Sacramento de la Confesión es ya un acto de humildad. Quiero siempre acercarme a Tu Perdón Señor arrepentido en el alma de haberte ofendido. Te suplico Tu Infinita Misericordia, Amor y Perdón
Mi oración de esta noche al pedirle con todo mi corazo perdono por el garrafal dia de hoy. Rezo esta Oracion que me encanta llene de entrega aCriisto sin fisuras.
Amar,, lo que El Ama a los que El Ama, y caminar a su lado,para ir a donde Él vaya siendo todo en Uno en Él con Él