No, no voy a hablar de las urgencias del hospital y mi dedo. Hablaré de una mujer que ayer vino a Misa y esta semana parte de cocinera para un hospital de campaña entre Turquía y Siria, para cocinar para médicos y enfermos durante dos semanas. Me cuenta que del trabajo que hay le dicen que no se duerme, pero que tampoco van a descansar allí. Cuando hay una urgencia, y tan terrible como ese terremoto, gastar la vida en servir parece casi hasta poco.
“La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. ¡Poneos en camino!”
Evangelizar hoy es también una urgencia. El terremoto de apostasía y secularización que ha hecho temblar este mundo es terrible y no sabremos la cantidad de almas que se están perdiendo. No es tiempo de descansar sino de anunciar a Jesucristo.
Acompañados de María podremos decir en muchas casas, como Cirilo y Metodio: “El reino de Dios ha llegado a vosotros.”
Gloria a ti Señor Jesús
Querido hermano:
Te invito a que hoy hagas memoria de cuántas veces ha intervenido Dios con misericordia en tu vida. Te invito a que hoy hagas memoria de, al menos, tres momentos en los que Dios ha intervenido en ti para sanarte, para cubrirte con su providencia, para mostrarte el amor que te tiene.
Una vez que hayas hecho memoria del paso de Dios por tu vida, te invito a que le des gracias por todo y hagas un ejercicio de abandono.
El Evangelio nos muestra cómo a los Apóstoles les costó entender, en muchos momentos, la voluntad de Jesús, sus verdaderas intenciones; y de la misma forma, si nosotros queremos entender las intenciones y la voluntad de Dios en nuestra vida, necesitamos de la oración. La oración es un diálogo de amor.
Busca cada día un espacio de silencio en el que puedas entrar en un encuentro amoroso con Dios, pues hay momentos, en la experiencia del amor, donde la simple y muda presencia ante el amado es prueba de amor.
Ahí, en el silencio contemplativo, es donde Jesús nos revela la voluntad de Dios y la respuesta y sentido a lo que vivimos.
Reza el Santo Rosario cada día junto a la Virgen María. Pide que interceda por la Paz, en el Mundo. Por las victimas de los terremotos en Turquía, y Siria , oremos por ellos y por sus familiares: Sigamos unidos en oración por el bien del mundo entero. Tu hermano en la fe: José Manuel.