Esto de la torre de Babel nos ha complicado bastante la vida. Los hombres no se entienden y a los que se nos dan fatal los idiomas nos limita mucho. Una vez en mi vida pensé que sabía inglés, en unos días el Señor me sacó del error, pero eso es otra historia. En mi opinión es una pena que se haya perdido la Misa en latín, ir a Misa sería sentirte como en casa en cualquier lugar del mundo…, y tampoco sé latín. Aunque, superando el fracaso del esperanto, sí hay un lenguaje común.
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.
La caridad, la entrega de la vida a los demás por amor a Dios, es un lenguaje universal. Un lenguaje sin palabras ni conceptos, pero claro y diáfano para los que lo hablan. Si miras al crucificado no ves a un condenado, sino el Amor de Dios entregado. Si gastas tu vida por amor a Dios no te harán falta muchas palabras para ser entendido. Ojalá cada día hablemos mejor ese lenguaje pues “¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles”. Si lo leemos despacio son palabras terribles.
Me gustaría hablar menos de Cáritas institución y más de la caridad de los cristianos, que se asemejan a Cristo en dar gratuitamente su vida, es lo único que vale la pena.
María al pie de la cruz nos enseña que nuestras cruces sólo son auténticas, si son la cruz de Cristo. Hablemos un solo idioma, la caridad.
Todo lo que tenia escrito desde mi vista maravillosa estos dias, del mar, el Cielolsl la naturaleza en en estado puro , ra más completo y sentido. Pero estos cachivaches, con frecuencia, nos dan malas pasadas. Tardan mucho en entrar y ya lo dejamos
Loo que jamás dejaremos de smar con tod el corazón a Dios todo Poderoso , Jesús y iMaria Santísima
Querido hermano:
Hoy, en la vida, siempre vamos buscando la comodidad, las ventajas y, por supuesto, damos la espalda a todo lo que suponga sacrificio, esfuerzo, constancia, fidelidad.
La enseñanza de Jesús, «¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde o se arruina a sí mismo?», nos está mostrando que tenemos que gastar la vida no en lo pasajero y caduco, sino que tenemos que dar lo mejor de nuestra vida por ideales grandes, duraderos, eternos.
Freddie Mercury, el vocalista del grupo británico Queen, murió a finales de 1991 y escribió en una de sus canciones: «¿Hay alguien que sepa para qué vivimos?». A pesar de que había conseguido una gran fortuna y miles de admiradores, Freddie Mercury admitió en una entrevista poco antes de morir, que estaba «desesperadamente solo» y dijo:
«Tú puedes tenerlo todo en este mundo y aun así ser el hombre más solitario, y esa es la soledad más amarga. El éxito me ha traído la adoración del mundo y millones de libras esterlinas, pero me ha impedido tener la única cosa que todos necesitamos: una relación amorosa y duradera».
Es verdad que ninguna relación humana satisface completamente, ni dura para siempre. La vida nos enseña que todo es pasajero, que incluso cada uno de nosotros somos aves de paso, cantos rodados, tenemos fecha de caducidad.
Por eso, entregar la vida por ideales grandes es lo que nos asegura que nuestra vida tiene un sentido más allá del tiempo que contamos: «El que pierda su vida por mi causa, la salvará».
Termina diciéndonos el Evangelio que: «Quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos». En esta vida, aunque hubiera alguien que te lo pudiera ofrecer todo, nada es eterno, todo pasa. Que no te vendan gato por liebre.
Reza el Santo Rosario cada día junto a la Virgen María. Pide que interceda por la Paz, en el Mundo. Por las víctimas de los terremotos en Turquía, y Siria, oremos por ellos y por sus familiares: Sigamos unidos en oración por el bien del mundo entero. Tu hermano en la fe: José Manuel.
DIOS Q TE CREO SIN!! TI NO TE SALVARA.. ATTE:SN AGUSTIN, PLOP Q SABIO CELESTIAL WOWOWW