No es por colgarme ninguna medalla, Dios me libre, sino para dar testimonio. Ayer dando la comunión sentí algo, como si una persona estuviera o hubiera estado bajo la influencia de algún espíritu maligno. El llamado «olor a azufre». Y luego vino a la sacristía esa persona para pedirme el contacto de un exorcista, y ante mi pregunta resulta que había pasado por varios pero que estaba muy bien ahora, que había hecho brujería en su país.
Por mucha exégesis histórico-crítica y moderna que queramos hacer no podemos ignorar que los demonios actuaban, y que actúan. La buena noticia es que el Señor tiene poder para expulsarlos. Tampoco hay que caer en el otro extremo, de ver demonios por todos lados. Pidamos hoy a Jesús que aquellos afectados por obsesiones, influencias, o incluso posesiones, hallen la salud en el Señor Jesucristo.
Y pidamos que todos aquellos medios que favorecen, no sólo dicha brujería o la santería, sino cosas como: el death metal, el jugar con la güija, el reiki, y un largo etcétera desaparezcan de nuestra cultura.
Querido hermano:
Alguna vez le he preguntado al Señor: “¿Por qué a mí Señor? ¿Qué viste en mí?” La respuesta del Señor siempre es la misma: “No te elegí perfecto, pues eso ayuda a que los demás descubran que la obra es mía. Además, no eres tú quien tiene que seducir a la gente. No te tienen que amar a ti, sino a mí, pues yo he dado mi vida en la cruz por cada uno”. Cada bautizado tenemos la autoridad y el envío como Tenemos que anunciar y mostrar la belleza de la persona de Jesús; Él es nuestro Señor. Para mí, predicar a Cristo es el mayor placer, mostrarle a otros, poder sembrar en sus vidas la buena noticia de Jesús. Soy profeta y no quiero ser otra cosa. No siempre es lo más fácil, pues nadie es profeta en su tierra pero es con quienes tenemos que vivir primero el gozo de la fe.
Reza cada día el Santo Rosario en familia. Cada día.
Tu hermano en la fe: José Manuel.
“Como Bautizados”
Como bautizados, tenemos que vivir nuestra vida como ofrenda a Dios, ofrenda agradable. Ofrece cada día a Dios tu día: “Señor, cuento contigo y te ofrezco todo lo que soy, todo lo que tenga que hacer, decir, mis gestos. Que mi vida sea reflejo de tu amor, que quien me vea, te vea a Ti. Y que mis gesto, palabras, actitudes no impidan que todos me descubran como hijo tuyo y discípulo de Jesús.”
Los reyes eran quienes defendían al pueblo de los enemigos. Tú y yo somos hijos del Rey. Participamos de su herencia, así que con nuestra vida tenemos que defender la vida de gracia de aquellos ataques enemigos, la frivolidad, la superficialidad, la incredulidad, la envidia, el egoísmo, los rencores. También nos dice el Evangelio que vayamos a los más cercanos, que anunciemos a Jesús con quienes vivimos y compartimos la vida.
Reza cada día el Santo Rosario en familia. Cada día. Tu hermano en la fe: José Manuel.
El Señor siempre ha querido contar con los hombres en sus proyectos de salvación. Espera nuestra libre respuesta y cooperación para que su Reino sea una realidad.
Hemos de decir que sí, cuando nos lo pide: y sobre nuestra generosidad, ya sabe Dios formar a un apóstol, eficaz y fiel.
En el Evangelio de hoy queda muy claro qué es lo que tenemos que anunciar: “El Reino de los Cielos”; es decir, la Vida Eterna, la Providencia de Dios como Padre, la Redención de Jesús (su palabra) con su doctrina, su ejemplo y su Pasión