Tercer día rodeado por todas partes por adolescentes…., y están respondiendo bien ¡un milagro!
Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.
Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
( estoy con una tablet y no se si sale esto con un tamaño mucho más grande, es sin querer, perdonadme).
¿Donde hace milagros Jesús? Tal vez con el cambio climático, con una curación inexplicable, una conversión asombrosa, el sol que gira en pleno día…. Seguramente, pero ¿ y en tu (mi) vida? ¿Dios no hace milagros?
En el bautismo nos hace sus hijos, nos libra del pecado original, le recibimos con su Cuerpo y su Sangre, perdona nuestros pecados, nos cuida cada día aunque no seamos millonarios, aun siendo muy pobres, está aquí, contigo leyendo este comentario…. ¿Y aún no crees? Corozain, Betsaida, Sodoma, Gomorra, nos lleváis la delantera.
Mira a María, la mujer de los milagros de cada día entre sus brazos…, no te separes de ella.
Dios ha tocado mi vida.
Yo soy creyente y Dios ha tocado mi vida. Me sigue amando y cuidando y entrego mi vida para extender y propagar la buena noticia de Jesús. El ateísmo no tiene respuesta ante la muerte, ni esperanza final que ofrecer. Es una cosmovisión vacía y estéril que nos deja en un universo cerrado que un día incinerará toda huella de nuestra existencia.
Es una filosofía inútil y carente de esperanza. Su historia termina en la tumba. Pero la resurrección de Jesús abre una puerta a una historia de mayor dimensión.
Ofrezco mi vida, mi tiempo, mi creatividad para mostrar a Cristo a quienes no le conocen o, conociéndole, le niegan y no le aman.
Reza cada día el Santo Rosario. Pide en el por la paz en el mundo.
Tu hermano en la fe: José Manuel
José Manuel.
*Que lo vean los humildes y se alegren, que vivan los que buscan al Señor: porque el Señor escucha a los pobres*
Hay una verdad profunda y de difícil comprensión en la relación con Dios, aunque parezca simple de aceptar. La nada propia por nosotros mismos sin Dios y nuestro destino de ser el mismo Cristo por la acción del Espíritu Santo en nosotros. Todo lo bueno, verdadero y bello que hay en nosotros y en el mundo proviene de Dios como don y a su vez, como dice Benedicto XVI como tarea; es decir para colaborar el el Proyecto de Dios transformándonos en el mismo Cristo con todo aquello que nos ha dado y ayudando a que otros lo realicen también. Pidamos el don a diario de tomar conciencia de esta realidad, que es la verdadera humildad y pongámonos a disposición permanente para que el Espíritu Santo obre en nosotros.