Si quitamos del evangelio todas las curaciones el evangelio será irreconocible. Cada milagro es difícil de creer, por que ofende a nuestra razón. Sin embargo a todos los que han recibido un milagro, una curación, el Señor le dice «tu fe te ha salvado». A nadie le dice, que yo sepa, tu buen corazón te ha salvado, o tu coraje te ha salvado, o tu buen sentido o tu buena acción te ha salvado.  Es un poder sobrenatural (que no es lo mismo que antinatural) lo que cambia el mundo. Lo que nos hace a nosotros testigos del poder sobrenatural es la fe, eso es cuando la razón se rinde y admite que no es capaz de explicarlo todo.La tarea del hombre para que haya un cielo nuevo y una tierra nueva es creer, no crear.

¿Por qué todavía nos empeñamos en nuestra espiritualidad, en nuestra catequesis, en nuestra predicación en vernos como autores de la salvación del mundo? Por qué se insiste en que la tarea del cristiano es hacer un mundo mejor. La misión del cristiano no es hacer que el mundo sea mejor, sino en ser testigo de un mundo mejor, y hacer posible, por la fe, que ese mundo nuevo irrumpa en este.