Ya estamos aquí otra vez. Este año está siendo apasionante.Si desde el febrero pasado tuve una hernia cervical que me operaron en junio, a finales de agosto me caí por las escaleras y me he roto el húmero, así que a escribir con un solo dedo que un brazo sirve para poco. Dios no quiere que trabaje mucho este año, ¡habrá que hacerle caso! Cuando llevas casi un año con dolor intenso en alguna parte de tu ser te das cuenta que el dolor es muy interesante. Se convive con el, hace que hagas lo que puedas hacer más despacio o con más habilidad…, pero también te muestra tus carencias. Hay cosas que no puedes hacer no porque no te apetezcan, sino porque realmente te duele y eres incapaz a no ser que te hagas violencia a ti mismo y se acompañe con un gemido o un grito.
”Guardaos de toda clase de codicia”
«Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?»
En ocasiones nos puede parecer que para evitar el pecado nos tenemos que “quitar de algo” y no nos damos cuenta que el pecado nos hace violencia a nosotros mismos. ¿Para qué quiero acumular si no me lo puedo llevar? ( eso se aprende en la tercera mudanza). .¿Para qué voy a mentir si la mentira me esclaviza y quiero ser libre? ¿Como voy a llamar amor a lo puramente carnal que lleva a la podredumbre y no a la eternidad? ¿Para qué me voy a dejar levar por la pereza si luego tendré que hacer esa cosa pero deprisa y mal? ¿Qué demuestro con mi ira si me siento peor yo por haberme enfadado?… y así podríamos seguir con todos los pecados.
Vivimos en una sociedad que se autoflagela sonriendo y va perdiendo lo más valioso de cada uno. El pecado ya no nos duele y estiramos tanto el brazo que nos sacamos los 12 tornillos que lleva puestos y se vuelve a romper con más dolor. ¿Qué podemos hacer?
Ser ricos ante Dios. Pongámonos a orar y preguntemos a Dios que quiere de nosotros. Y no quiere ni nuestras herencias, ni nuestras fortalezas, ni nuestros enfados o egoísmos. Todo lo que Dios quiere ya nos lo dijo nuestra Madre del cielo: ¡ Hágase en mi según tu palabra!
Pues eso.