PRIMERA LECTURA
Yo soy el que soy. “Yo soy” me envía a vosotros
Lectura del libro del Éxodo 3, 13-20
En aquellos días, al escuchar Moisés la voz del Señor entre las zarzas, le replicó:
«Mira, yo iré a los hijos d Israel y les diré: «El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros». Si ellos me preguntan: “¿Cuál es su nombre?”, ¿qué les respondo?»
Dios dijo a Moisés:
«»Yo soy el que soy»; esto dirás a los hijos de Israel: » ‘Yo soy” me envía a vosotros».
Dios añadió:
«Esto dirás a los hijos de Israel: «El Señor, Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre para siempre: así me llamaréis de generación en generación»».
«Vete, reúne a los ancianos de Israel y diles: «El Señor Dios de vuestros padres se me ha aparecido, el Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, y me ha dicho: ‘”He observado atentamente cómo os tratan en Egipto y he decidido sacaros de la opresión egipcia y llevaros a la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, perizitas, heveos y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel».
Ellos te harán caso, y tú, con los ancianos de Israel, te presentarás al rey de Egipto y le diréis: «El Señor Dios de los hebreos, nos ha salido al encuentro y ahora nosotros tenemos que hacer un viaje de tres jornadas por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios».
Yo sé que el rey de Egipto no os dejará marchar ni a la fuerza; pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con prodigios que haré en medio de él, y entonces os dejará marchar».
Palabra de Dios
Sal 104, 1 y 5. 8-9. 24-25. 26-27
R. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca. R.
Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R.
Dios hizo a su pueblo muy fecundo,
más poderoso que sus enemigos.
A estos les cambió el corazón
para que odiasen a su pueblo,
y usaran malas artes con sus siervos. R.
Pero envió a Moisés, su siervo,
y a Aarón, su escogido,
que hicieron contra ellos sus signos,
prodigios en la tierra de Cam. R.
Aleluya Mt 11, 28
R. Aleluya, aleluya, aleluya
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados
– dice el Señor -,
y yo os aliviaré. R.
EVANGELIO
Soy manso y humilde de corazón
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
Palabra del Señor
Entended bien lo que os estoy diciendo: venid a mí los que estáis cansados y agobiados por intentar llevar vosotros solos vuestra pesada carga.
Aquí tengo mi yugo en el que estoy uncido, venid y unciros vosotros conmigo y vuestra carga la llevaremos entre los dos y se os hará muchísimo más ligera.
Gracias Señor, ahora lo entiendo!!!
Seguirte no me supone carga alguna, sino que mi propia carga se me hace llevadera!!!
Gracias Señor!!
Gracias Señor, ¿dónde vamos a ir si no cabemos en ningún sitio? Aunque quiera escoger mil atajos, nunca me dejes.
El secreto para ser feliz en esta vida , esta en sentirnos seguros al confiar en TI ,DIOS Santo, y en sentirnos satisfechos al cumplir TU voluntad. Todos nuestros sufrimientos surgen cuando nos desesperamos por no saber afrontar situaciones dificiles al creer que el mundo se nos viene encima y que nadie nos puede ayudar y recurrimos , por lo general, a la brujeria, al alcohol, las drogas como medio de escape. Lo otro , es que codiciamos bienes materiales (dinero, propiedades) y esto nos lleva a la vanidad y al egoismo ,y enfermamos asi el alma. Guardanos de todo eso , Espiritu Santo, y guianos por el camino de la verdadera felicidad.Amen.
Amén!
«Tomad mi yugo sobre vosotros» es la clave que resume el evangelio, bien podría decirse, que es el acento que le da sentido a nuestra vida. Pues el mismo Jesús nos hace la invitación a estar unidos a El afrontando las circunstancia y todos los motivos que suceden en el largo caminar de la vida, las distracciones del mundo muchas veces hacen que nuestra carga se vuelva pesada y engorrosa para llevar, las criticas del vecino, la envidia por querer tener de todo, la pereza de meditar tu palabra, el desanimo que nos causa hacer el bien, esta y muchas otras cosas, vuelven pesada nuestra carga. Volvamos nuestra mirada a Dios, pues viviendo bajo el temor divino, que consiste en ser manso y humilde de corazón, acogiendo cada situación de la vida con humildad, podremos sentir ese yugo ligero al cual Jesús nos invita. Nuestro Dios nunca olvida su alianza sellada con amor y misericordia, confiados en El no desmayemos en hacer el bien y perseguir la paz.