MARTES 29 DE AGOSTO 2023, Semana 21 del TO, AMIGO DE JESÚS, LO MÁS GRAVE DE LA LEY
Hoy la liturgia nos presenta dos evangelios: si se celebra la memoria obligatoria del Martirio de San Juan Bautista, y se celebra el martes de la semana XXI del Tiempo Ordinario:
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (Mc 6,17-29): En aquel tiempo, Herodes había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto.
Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?». Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista».El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.
AMIGO DE JESÚS
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo: “Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego” (Mt 3, 1-11).
San Juan Bautista es el precursor inmediato de Jesús, fue enviado para prepararle el camino. Se le llama profeta del Altísimo, es el último de los Profetas, sobrepasa a todos ellos e inaugura el Evangelio. Desde el seno de su madre fue testigo de la venida de Cristo y encontró su alegría en ser su amigo. Juan señala a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y da testimonio de él mediante su predicación, su bautismo de conversión y, finalmente, con su martirio.
Desde Juan Bautista son incontables los que, además de testigos del Señor, le preceden preparando los caminos de los hombres para que puedan encontrarle, y lo hacen como el bautista, siendo amigos de Jesús, dispuestos a dar la vida por tan importante misión.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,23-26):
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.»
LO MÁS GRAVE DE LA LEY
Lo más grave de la ley es el derecho, la compasión y la sinceridad. Pretender cumplir y hacer cumplir todo lo demás antes que esto es, nos dice Jesús, una hipocresía.
A veces la tentación del moralismo y del espiritualismo nos engañan, haciéndonos creer que ser cristianos consiste en hacer cosas o cumplir ritos y preceptos específicos, que nos identifican como tal, y descuidamos lo que como cristianos nos une y nos iguala a todos los demás: actuar en conciencia, hacer el bien que hace toda persona de buena voluntad, y sobre todo, ser justos, actuar en justicia, según el derecho.
Hacer donaciones y no pagar los impuestos es una hipocresía, y no son pocos lo que lo hacen.
Justiciar como caritativo emplear a un emigrante pagándole en negro, por no tener los papeles en regla, en lugar de intentar que los tenga y contratarle como Dios manda, es decir, como la ley manda, es una hipocresía, y no pocos lo hacen. Sobre todo, en el trabajo doméstico.
Desentenderse de los problemas de los demás, y no mostrar ni la más pizca de compasión con los que pasan por situaciones difíciles a nuestro lado, porque en algunos ámbitos “hay que mantener las distancias”, es una hipocresía.
Ocultar cosas para conseguir ser valorados, buscar vericuetos comunicativos para no decir la verdad tal y como es, completa y llanamente, no ser sinceros ni sincerarse cuando nos lo piden, es una hipocresía.
Encubrir las equivocaciones o cualquier tipo de actuación o de habito injusto, no sólo personalmente, sino institucionalmente, faltando a la requerida trasparencia, y confundirlo con la discreción y la precaución, es una hipocresía.
Derecho, justicia, antes que caridad. Compasión, por encima de toda formalidad. Sinceridad, sea lo que sea a lo que la verdad nos lleve. No son meras exigencias morales. Son actitudes propias de quien no quiere fallar a un buen amigo. Y para el cristiano su mejor amigo es Cristo. Con él no se juega. A él no podemos engañarle. Y él cuenta con nuestros defectos, no perdamos el tiempo intentando ocultarle como somos, porque él conoce como somos mucho mejor que nosotros mismos.
“Que tengamos el valor de ir contracorriente”
El Evangelio de hoy puede ser espejo para quienes quieren vivir de cara a la galería y para aquellos que no quieren caminar a contracorriente a costa de perder sus principios.
Hoy muchos actúan desde lo políticamente correcto aún cuando tengan que traicionar sus ideales. Herodes, ante la promesa hecha delante de sus invitados, y ante la petición por parte de Herodías, no quiere ir a contracorriente, no quiere desairar a sus seguidores, no quiere renunciar al aplauso y a la adulación postiza.
¡Cuántas “Herodías” puede haber en nuestra vida que nos seducen y nos mueven a entregar valores fundamentales! ¡Cuántas cobardías, cuántos silencios, cuántas sumisiones! ¿Te dejas manipular por la gente?“ ¿A quién estás divirtiendo y agradando a costa de perder tu dignidad y valor como persona?”
Reza el Santo Rosario cada día, Por la Paz en el mundo. Por las adulaciones postizas.
Tu hermano en la fe: José Manuel.
ÑHoy la Iglesia conmemora el martirio de San Juan Bautista
El martirio de san Juan Bautista, a quien Herodes Antipas mandó decapitar en la fortaleza de Maqueronte, cerca del Mar Muerto, revela la calidad de alma del precursor de Cristo y la plenitud de su respuesta al llamado de Dios. En su muerte, como en su predicación, dio testimonio de la verdad y, según las palabras de Jesús, fue “una lámpara que arde e ilumina”.
ORACIÓN COLECTA
*Dios nuestro, que quisiste que san Juan Bautista fuera el Precursor del nacimiento y de la muerte de tu Hijo; concédenos que, así como él dio su vida como mártir por la verdad y la justicia, también nosotros luchemos con valentía en la afirmación de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.*
San Juan Bautista como todos los mártires de la Iglesia dan su vida por la Verdad. Cristo dijo «Yo soy la Verdad y la Vida, quien cree en mí aunque muera vivirá» (Juan Cap 11) Los mártires nos muestran cuánto amor tenían por Cristo estando dispuestos -por-con-en (por Cristo, con Cristo y en Cristo) a dar la vida que culmina en el martirio; pero ha ido creciendo de a poco, disminuyendo el propio yo para que Cristo reine en ellos. Como había dicho Juan a sus discípulos conviene que Jesús crezca y yo disminuya (Juan Cap 3) Pidamos el don al Espíritu Santo por intercesión de San Juan Bautista para que nos ayude a que cada día Cristo crezca en nosotros y el yo disminuya.
Estimado comentarista 7. Continúa con el realismo en que lo haces en el presente comentario. Nos ayuda a ser sinceros con Jesús, con las de más personas y con nosotros mismos. Has tocado dos puntos muy numerosos entre los cristianos: pago de impuestos y guardar las distancias. Dios te bendiga-
Dios nos ama.
Querido comentarista: ¿Nunca has leído lo que decían algunos Padres antiguos que “cuando el estado se corrompe es el mayor ladrón? Por tanto es perfectamente lícito evadir impuestos si estos son injustos. ¿O es que tú no lo has hecho alguna vez? Que predicar no es dar trigo, dice el refrán castellano muy sabio y antiguo. Un abrazo.