La alergia es una reacción excesiva del sistema inmunitario de un individuo ante algo externo que no representa ninguna amenaza para el organismo. En realidad el problema no está en lo que provoca la reacción alérgica sino en el individuo que la padece. Lo que está mal no es agente «causante».
El recelo, la animadversión, incluso odio que a veces provoca el cristianismo en el mundo no está causado por que el cristianismo sea una amenaza o algo nocivo. El problema lo tiene el que reacciona de esa forma excesiva. Se podría entender la indiferencia, pero lo que no tiene explicación es la hostilidad.
El evangelio testimonia cómo la presencia de Jesús provoca distintas reacciones, unas naturales de curiosidad, asombro, fe y otras desmesuradas.
Veo que se ha reducido el volumen de los comentarios que me sirven diariamente para meditar.
Vicente, Dios y nuestro comentarista 2 saben el esfuerzo que ha de hacer para redactar el comentario de las lecturas del día, mientras pasa por un proceso que, como nos ha dicho, es muy doloroso y por las pruebas para diagnosticar la causa y ponerle remedio. La brevedad no le resta valor al comentario, ni materia para meditar.
…….y lo bueno si es breve, dos veces bueno.
Estoy con Andrius
En cualquier caso, la Palabra de Dios, aunque provocara alergia a algunos y siga provocándola, nos ha llegado a nosotros completa, con hechos incluidos.
Tenemos que conocerla bien, primero, y seguirla, cumpliendo la doctrina con la inspiración del Espíritu Santo.
Agradecemos por esto a los Evangelistas y a la Iglesia, pero,en último término, todo depende de nuestra voluntad.