Comentario Pastoral
LA CORRECCIÓN FRATERNA
E1 tema de la corrección fratema es clásico en la tradición cristiana. Su ejercicio es un arte, que supone humildad recíproca, amor auténtico, delicadeza y sensibilidad interior, En la liturgia de este domingo vigésimo tercero del tiempo ordinario los textos del profeta Ezcquiel y del evangelista Mateo nos lo recuerdan. El cambio de conducta por medio de la represión supone salvar la vida al hermano. Mantener empeno constante por llevar a la práctica el diálogo pastoral en el interior de la comunidad de los fieles es ayudarla a que sea siempre más luminosa.
Muchos piensan que la recíproca corrección es sólo algo personal, olvidándose de su dimensión eclesial, que proviene de la misma autoridad de Dios. Cuántos quieren que la Iglesia calle, que el Papa no hable, que los obispos no se pronuncien. Se supervalora la diplomacia de¡ silencio creyendo que es más eficaz en la sociedad actual, donde abundan en todos los campos los mutismos cómplices. Sin embargo es preciso recordar que «Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva». Y para ello es preciso que la acción pastoral de la Iglesia sea realizada sin hipocresía, murmuración, orgullo y prevaricación de poder.
La corrección fratema exige un esfuerzo vario y múltiple de ayuda y de catequesis. De la liturgia de este domingo emerge un gran empeño pastoral y comunitario para los alejados, a la vez que se ejercita la comprensión y delicadeza hacia los errores que acompañan la existencia personal y eclesial. Sobresale la celebración de la misericordia contra todo ti gorismo excesivo; el poder de «atar desata? es más bien aceptar perdonar y no un frío denunciar condenar. No en vano el amor es el centro coordinador del culto y de la vida y lo más específico de la existencia cristiana. El amor es la estrella polar que hace caminar a los creyentes por el camino recto de la verdad.
Andrés Pardo
Para orar con la liturgia
La «…reconciliación con Dios tiene como consecuencia, porasídecir, otras reconciliaciones que reparan las rupturas causadas por el pecado: el penitente perdonado se reconcilia consigo mismo en el fondo más íntimo de su propio ser, en el que recupera la propia verdad interior; se reconcilia con los hermanos, agredidos y lesionados por él de algún modo; se reconcilia con la Iglesia, se reconcilia con toda la creación.
Reconciliatio et paenitentia, n. 31
Palabra de Dios: |
Ezequiel 33, 7-9 |
Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9 |
san Pablo a los Romanos 13, 8-10 |
san Mateo 18, 15-20 |
Comprender la Palabra
Recordemos que el Evangelista San Mateo ordena su Relato Evangélico la parte más extensa, referente al Ministerio Mesiánico de Jesús en cinco grandes Discursos o Compilaciones de enseñanzas de Jesús, a las que siguen correspondientes colecciones de hechos. Hoy escuchamos un fragmento de la Cuarta Compilación de enseñanzas, referentes a las relaciones fraternales entre los miembros de la Comunidad Iglesia. VGr. La solicitud, que debe tenerse con los pequeños los débiles en la fe, para que no sufran escándalo, que les impida vivir en cristiano, crecer en la fe…
Y también cómo proceder, cuando algún miembro de la Comunidad cristiana incurre en pecado gravísimo, más aún, notorio, que infama a la Comunidad Iglesia ante los no cristianos, y es un contrasigno, que impide el buen testimonio cristiano en medio del mundo. Este es el caso, que se plantea en la Lectura del Evangelio de este Domingo.
Se nos declara enforma velada, con la enseñanza de Jesús, cómo se celebraba en aquellos primeros tiempos de la Iglesia, el sacramento de la Penitencia. El pecador era exhortado a la penitencia, cambio de vida, conversión, y a aceptar el correctivo saludable, medicinal (la satisfacción penitencial), «Si hace caso, habrás salvado a tu hermano».
La ‘penitencia » a cumplir la imponen los dirigentes de la Iglesia (obispo, presbíteros) con vistas alperdón, a la absolución delpecado, y la reconciliación con la Iglesia. Ellos, los ministros de la Iglesia, han recibido de Cristo, Señor de la Iglesia, elpoder de «atar » (imponer la satisfacción penitencial a cumplir) y de Vesatar», absolver, los pecados.
Y lo harán en forma de plegaria, de modo que, cuando oren pidiendo el perdón, su ración será eficaz, pues «si dos seponen de acuerdoparapedir algo (elperdón), se lo dará mi Padre del cielo » , La eficacia de la plegaria está garantizada, porque los que oran lo hacen en Persona de Cristo: ‘Donde dos o tres están reunidos en mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos «.
En el fondo de la Disciplina Penitencial, saludable, de la Iglesia, resuenan las palabras del Mismo Dios por boca del Profeta Ezequiel: «Si tu pones en guardia al malvado para que cambie de conducta…”
Avelino Cayón
sugerencias litúrgicas
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al ritmo de la semana
Natividad de Nuestra Señora – 8 de Septiembre
La Natividad de Nuestra Señora es «esperanza para todo el mundo y aurora de la salvación» (Marialis Cultus, 7). Parece que esta fiesta surge en el siglo V en Jerusalén, con motivo de la dedicación de la iglesia construida sobre el presunto lugar del nacimiento de la Virgen, cerca de la piscina de Betesda, donde Jesús curó al paralítico. En el siglo XII se convirtió esta iglesia en la hoy llamada Basílica de Santa Ana.
«Venid todos, ¡celebremos con alegría el nacimiento de la alegría del mundo entero! Hoy se ha formado en la tierra, partiendo de la naturaleza terrena, un nuevo cielo. Hoy da comienzo para el mundo la salvación» (San Juan Damasceno). De origen oriental esta fiesta pasó en el siglo VII a Occidente junto con otras tres fiestas: Anunciación, Purificación y Dormición de la Virgen. Sólo de tres personas celebra la
Iglesia su nacimiento: Jesús, María y Juan Bautista. Para los demás el día del verdadero nacimiento a la vida divina es el de su muerte.
La liturgia bizantina canta: «Este es el preludio de la alegría universal. En él han comenzado a soplar los vientos que anuncian la salvación». Se ve nacer en María la aurora de Cristo, la carne limpia que concebirá por obra del Espíritu Santo, la tierra nueva donde Dios pondrá su tienda, su morada, su presencia. «Celebremos con alegría el nacimiento de María, la Virgen, de ella salió el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios» (Antífona de entrada). «Que se alegre la Iglesia … y se goce en el nacimiento de la Virgen María, que fue para el mundo esperanza y autora de salvación» (Oración después de la comunión).
J. L. O.
Para la Semana
Lunes 3: |
Colosenses 1,24 2,3 Dios me ha nombrado ministro de la Iglesia para anunciaros a vosotros el misterio escondido desde siglos. Lucas 6,6 11. Estaban al acecho para ver si curaba en sábado |
Martes 3: |
Colosonses 2,6 15. Dios os dió la vida en Cristo, perdonándoos los pecados. Lucas 6,12 19. Escogió a doce y los nombró apóstoles, |
Miércoles 3: |
Colosenses 3,1 11. Habéis muerto con Cristo en consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros. Lucas 6,20 26. Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros los ricos! |
Jueves 3: |
Miqueas 5,1 4a. El tiempo en que la madre dé a luz. Salmo 12. Desbordo de gozo con el Señor. Romanos 8,28 30. A los que había escogido, Dios los predestinó. Mateo 1,1 16.18 23. La criatura que hay en ella viene del Espiritu |
Viernes 3: |
1 Timoteo 1,2.12 14. Yo antes era un blasfemo, pero Dios tuvo compasión de mi, Lucas 6,39 42. ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? |
Sábado 3: |
1 Timoteo 1,15 17. Vino al mundo para salvar a los pecadores. Lucas 6,43 49. ¿Por qué me llamáis «Señor, Señor», y no hacéis lo que digo? |