Ayer vimos la versión “pacífica” de la toma de Jerusalén (el plan A); hoy, en primera fila, asistimos al plan B, un apocalipsis caldeo sobre Jerusalén, allá por el año 587 a.C.: no se le ocurre otra cosa a Sedecías que alzarse en rebeldía contra Nabuconodosor… y, claro está, el caldeo, más bien hasta el moño de la molesta resistencia judía, enviste como un miura y esta vez no deja piedra sobre piedra. Se veía venir.
A la deportación que ayer veíamos se suma ahora la destrucción del templo. Ahora ya no queda nada de Jerusalén: la ciudad de la Alianza de Dios y su símbolo, el templo, ha sido quemada, arrasada, destruida.
Acompaña dramáticamente este relato el salmo más conocido de la época del destierro, al que puso una pegadiza música Boney M en su famoso tema “Rivers of Babylon” (Salmo 136).
La Biblia de la Conferencia Episcopal (la que siguen todos los leccionarios de la Misa), titula este salmo como “balada del desterrado”. Es un canto nostálgico, estremecedor, del corazón de un pueblo en pleno destierro, sin programa de regreso y con pocas esperanzas de hacerlo. De hecho, permanecerán medio siglo en Babilonia. Están con el corazón partío, todo un duelo porque les han arrancado de la tierra prometida.
El drama descrito seguramente te ha llevado a establecer el paralelismo con la Shoah del pueblo judío en la época nazi. Tiene sus grandes paralelismos. Y se entiende mejor porqué tras la gran guerra se concedió a este pueblo un privilegio peculiar de volver a ocupar de nuevo Tierra Santa. La tierra, la sangre y la ley son sagradas para ellos. Y de ahí el empeño que tienen en ir ocupando poco a poco más “su tierra”, con los conflictos permanente que se arman por ello. En fin. Difícil solución, si no imposible, con una ley del talión aplicada “ad casum” según convenga.
¡Qué difícil se hace la paz en medio de tanta tensión! ¡Cuánto hace falta que el Señor nos cure de esa lepra! San Josemaría, cuya memoria celebramos hoy en Madrid, inculcó mucho esa lucha por sembrar paz, cuando tantos otros luchan sistemáticamente por sembrar odio. Que él nos ayude hoy a ser portadores de paz y alegría.
En el evangelio de hoy vemos en Jesús, que todo es revelación de aquello que ¡lo anima por dentro! El no sólo anuncia la Buena Nueva del Reino. El mismo es una muestra, un testimonio vivo del Reino, una revelación de Dios. En el aparece aquello que acontece cuando un ser humano deja reinar a Dios, le deja ser el centro de su vida.
Conmemorando a San Josemaria, fundador del Opus Dei, en su fiesta litúrgica. Reflexiono:»Ser mejor cada día tú y yo» una solución inmediata para mejorar el mundo.
La santidad no es cosa de privilegiados. Pueden ser divinos todos los caminos de la tierra. ¡Abba Pater! ¡Serviam!
Con tu ayuda Señor intento mejorar cada día pero soy débil El ejemplo de mi nieto que con su fuerza mental supera todas sus deficiencias . Santiago Apostol le ayuda , es su vecino. Con tu ayuda Señor iremos este verano a darte gracias también por su padre que superó la gravísima Covit19
Gracias Señor por tu Misericordia
BJENAS NOCHES SEÑOR. DAME TU PAZ
Fortalece Señor la fe de mi familia.
Que dicil es cuando se nos rompe, por ejemplo un jarrón valioso que le teníamos verdadera estima. Con mucha paciencia , intentamos ir poco a poco recoponiendolo, a veces desistimos por lo complicado de dejarlo perfecto, pero seguimos intentandolo para volver a colocarlo en el sitio que merece
Que dicil es cuando se nos rompe, por ejemplo un jarrón valioso que le teníamos verdadera estima. Con mucha paciencia , intentamos ir poco a poco reconponerlo, a veces desistimos por lo complicado de dejarlo perfecto, pero seguimos intentandolo para volver a colocarlo en el sitio que merece
Ahora si que definitivamente se ha hecho añicos. Los desprecios, sin saber los motivos… ha caido definitivamente del pedestal, Espero Santo Espiritu que me orientes, no quisiera tambien pecar de soberbia.
Te Amo Señor sobre todas las cosas
Dios Santo Redentorista. Siempre con los brazos abiertos para acoger con dulzura y amabilidad a quien se acerque , pidiendo Tu ayuda
Me acojo hoy a Ti Señor, Dame Tu Paz